Está bien no saber. De hecho, es mucho mejor admitir que
no sabes nada sobre lo que pretendes hacer.
Acepta
que no sabes lo que va a suceder y que solo Dios lo sabe.
La ignorancia es una oportunidad para aprender, para experimentar,
para ver lo que realmente es
y no lo que simplemente creo
que es. Deja de negar tu ignorancia y permítete aprender. No supongas
nada.
El
auténtico genio nace de la humildad sincera. Deja a un lado la fantasía que
tienes para dar respuestas y comienza a encontrar la verdad.
En el conocimiento y la sabiduría que hay muchas
posibilidades. En el misterio que Dios encierra hay infinitamente más.
Permítete el misterio, con confianza y descubre un nuevo
mundo hermoso.
Que
Dios te ilumine.
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