Comer
grasas es malo:
FALSO.
El cuerpo necesita que el 30% de las calorías totales ingeridas sean a partir
de las grasas. Tienen funciones importantes en el organismo como dar energía
aportar ácidos grasos esenciales, favorecer la formación de hormonas y la
absorción de vitaminas liposolubles. Se deben preferir las grasas de origen
vegetal y evitar o eliminar las de origen animal. Preferir aceites de girasol,
canola y oliva.
Comer
sin horarios es malo:
CIERTO.
Esto induce a comer alimentos de mayor densidad calórica, es decir que en una
porción hay más calorías de las que se necesitan. El ayuno también hace que sea
mal consejero y se seleccionan alimentos de más calorías.
Saltarse
una comida adelgaza:
FALSO.
Los ayunos prolongados hacen que el metabolismo disminuya induciendo a la
ganancia de peso. También favorece que haya un desbalance de nutrientes
ocasionando un cambio en el metabolismo que puede tener como consecuencia el
aumento del colesterol, triglicéridos y glucosa sanguínea.
Cenar
NO engorda:
VERDADERO.
Es importante comer de noche para entregarle al organismo los nutrientes
necesarios para iniciar un ayuno de 8 ó 10 horas, aproximadamente. Se
recomienda que la comida contenga un mayor aporte de proteína y menor aporte de
carbohidratos (sin eliminarlos). Cuando no se come en la noche se favorece la
pérdida de masa muscular y la ganancia de masa grasa.
El
líquido se toma después de las comidas:
FALSO.
Se recomienda tomar una pequeña cantidad de líquido para favorecer el
transporte de nutrientes y evitar el atoramiento. Cantidades excesivas de
líquidos diluyen las enzimas digestivas y hace que la digestión sea más lenta y
puede ocasionar síntomas gastrointestinales como gastritis, reflujo
gastroesofágico, etc. La recomendación son 150 – 200 cc por comida máximo.
No
se deben eliminar el pan, las pastas y el arroz de la dieta:
VERDADERO.
En la población, estos alimentos son la base de la alimentación. Aportan
energía, vitaminas, minerales y fibra. Se deben consumir en las porciones
adecuadas, según las necesidades individuales. Cantidades grandes posiblemente
puedan inducir a la obesidad, pero no por ser cereales, sino porque se excede
en la cantidad de calorías requeridas por el individuo.
Hay
que tomar líquidos sin azúcar:
CIERTO.
Las bebidas dulces aumentan considerablemente el aporte calórico y pueden
favorecer el sobrepeso.
La
sal engorda:
FALSO.
La sal no aporta calorías, por lo tanto no engorda. Sin embargo, el excesivo
consumo ocasiona mayor retención de líquidos y también favorece la aparición de
algunas enfermedades. La sal debe ser consumida en mínimas cantidades.
Se
debe tomar leche:
VERDADERO.
Aunque hay dietas que aconsejan no incluirla, se recomienda consumir 1 o 2
vasos diarios, preferiblemente baja en grasas. En los niños es importante para
formación de huesos y dientes y en los adultos para el mantenimiento de la masa
ósea.
El
pan integral no engorda
FALSO.
El pan integral y un pan blanco pueden aportar inclusive las mismas calorías.
La diferencia radica en la cantidad de fibra y el contenido de grano entero.
Estas dos cualidades favorecen la saciedad y el tránsito intestinal mejorando
el estreñimiento. Si se consume en cantidades superiores a las necesidades del
individuo puede favorecer el sobrepeso por exceso de calorías.
Las
carnes rojas aportan más calorías
FALSO.
Todos los alimentos si se consumen en las cantidades adecuadas y en
preparaciones saludables no tienen ningún efecto nocivo en la salud.
Tomar
agua en ayunas adelgaza:
FALSO.
El agua es necesaria, se recomienda 1.5 a 2 litros de agua al día. Lo que
adelgaza es gastar calorías por medio de la actividad física y disminuir la
ingesta de alimentos ricos en calorías. Hacer un balance calórico negativo.
El
vino ayuda a la digestión:
FALSO.
El vino tinto tiene antioxidantes que favorecen los niveles normales de grasa
en la sangre. No se conoce un efecto en la digestión.
Las
ensaladas con vinagretas aportan muchas calorías:
FALSO.
Las vinagretas con aceite de oliva o canola son saludables. El exceso en el
consumo puede favorecer el sobrepeso. Se recomienda un consumo moderado.
Comer
rápido engorda:
VERDADERO.
Aumenta la ansiedad y el apetito y esto lleva a una ingesta superior de
calorías que es lo que causa la obesidad. Comer despacio, permite la liberación
de hormonas que regulan el apetito y esto hace que se ingieran menos calorías.
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