Disponga
de un lugar y tiempo suficiente para hacer su balance personal.
Hoy
vale la pena revisar los logros que haz alcanzado en tu vida.
Esta es
una oportunidad para detenerse y reflexionar acerca de lo que ha sucedido
en el transcurso de tu vida.
Esto implica hacer un balance de los resultados de lo que ha pasado, de lo bueno y
lo no tan bueno, de las decisiones afrontadas, de las dificultades y las
oportunidades que se te han presentado en el camino y de la posición asumida
frente a estas.
Los balances realizados con honestidad, realismo y objetividad son
ejercicios de gran valor porque nos permiten avanzar, establecer nuevas
direcciones y enfocarnos
con mayor probabilidad de éxito a todo lo que nos proponemos en la vida.
Sin embargo, realizar una autoevaluación a conciencia no siempre es fácil,
pues se debe estar preparado para reconocer las equivocaciones e identificar
las propias debilidades y fortalezas. Esta evaluación no es solo una revisión de las situaciones
vividas, también se constituye en una reflexión sobre las actitudes con que
estas se afrontaron, las emociones que atravesaron cada aspecto de la
vida, las decisiones tomadas y las acciones implicadas.
Este ejercicio no debe ser tomado a la ligera, pues de él
pueden obtenerse grandes aprendizajes que servirán a la hora de plantea metas
realistas para el resto de tu vida. Para hacer este proceso de revisión y
análisis personal, tenga en cuenta los siguientes puntos:
Disponga
de un lugar y tiempo suficientes para reflexionar, escribir, pensar y repensar.
Puede dedicarle varios días para detenerse en puntos importantes.
Puede
reunirse con su familia, amigos u otras personas para pensar formas de
evaluar lo sucedido en tu vida y para discutir los resultados de su evaluación.
Es importante sin embargo, que haya un espacio para la reflexión individual.
Aproveche
diferentes fuentes de información. Si lleva un diario o agenda revísela,
vuelva sobre los propósitos que ha escrito hasta el momento, hable con personas
con las que ha interactuado para ver sus posiciones. Intente recordar sin sesgos lo sucedido en el año.
Escriba
o grabe lo que vaya saliendo de este ejercicio. También puede realizar
dibujos y usar otro tipo de recursos para identificar emociones y sensaciones.
Intente
hacer un ejercicio equilibrado que recoja las debilidades, pero también
las fortalezas y los puntos positivos.
A la
hora de reflexionar sobre usted mismo hágalo desde distintas posiciones,
es decir, intente ponerse en el papel de alguien distinto a usted.
Evalúe
varios aspectos de su vida. Puede establecer algunas categorías para
facilitar la reflexión y que esta no se quede en temas generales.
Aunque no hay una sola manera de realizar este ejercicio
de evaluación y reflexión del año que terminó, la siguiente gráfica que se ha
denominado ‘la rueda de la
vida’ puede ser una buena guía para iniciarlo.
Para los propósitos
- Una vez hecho su balance, puede entrar a establecer sus propósitos de año nuevo.
- No haga una lista larga, se puede frustrar. Concéntrese en pocos aspectos.
- Sea realista, fíjese metas propias, no las que todo el mundo espera.
- Ponga un día para empezar y no lo corra con excusas. Sea constante, más si siente desfallecer.
- Escriba todo, para poder hacerle un seguimiento posterior.
- Planee, haga, verifique y actúe… y repita este ciclo hasta conseguir sus propósitos.
NOTA:
REPITE ESTE EJERCICIO AL MENOS 2 VECES POR AÑO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios