Gracias, Dios del cielo,
por esas madres que se entregan sin reservas y no cobran lo que dan.
Gracias, Dios Padre Madre, por las mamás lindas que no son
absorbentes, posesivas ni chantajistas.
Dales tu luz a las que viven
entrometiéndose en las relaciones de sus hijos hasta que las acaban.
Dales seguridad a esos hijos dependientes que aun no han cortado
un cordón umbilical afectivo.
Ilumina, Dios Padre Madre, a las madres que no se aman y se
suicidan gota a gota en una actividad agotadora.
Abre también los ojos de
los hijos recostados e irresponsables tratados aún como "niños".
Dios del cielo, que la fiesta de las madres sirva para cambiar
patrones de conducta que sólo causan dolor.
Si alguna madre deja de
sentirse indispensable, esta es ya una buena fiesta y un buen día. Si los hijos
se hacen conscientes, ¡qué bueno!
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