Quedarte
cruzado de brazos es imperdonable si tienes en cuenta que el 80 % de las
enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir.
La Organización Mundial de la Salud reporta que 17.3 millones de personas
murieron en el ultimo ano a causa de las enfermedades cardiovasculares,
lo que representa un 30 %
del total de muertes registradas en todo el planeta. Si no hacemos nada para evitarlo, se calcula
que para el 2030 morirán alrededor de 23.3 millones de personas por esta misma
enfermedad, que seguirá
siendo la causa principal de muerte a nivel global.
Quedarte cruzado de brazos es imperdonable si tienes en
cuenta que el 80 % de las
enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir. Basta con que pongas en práctica una serie de
hábitos saludables para proteger la salud de tu corazón y la de todos
los miembros de tu familia.
Mantén tu corazón sano con estos consejos:
Deja de fumar y evita el humo de
segunda mano
Si
hasta ahora no habías encontrado una buena razón para dejar este hábito tan
nocivo, ¡ya la tienes! El tabaco es uno de los factores de riesgo principales
de la enfermedad cardíaca. Si dejas de fumar, o estimulas a familiares,
amigos y compañeros de trabajo o escuela a que lo hagan, evitarás además el
riesgo de desarrollar cáncer del pulmón y/o enfermedad pulmonar obstructiva
crónica y librarás a los que viven a tu alrededor del humo de segunda mano, que
es tan dañino.
Ponte en movimiento
Un estilo de vida sedentario perjudica a todo el
organismo y especialmente al corazón, así que si te gusta algún deporte, no
esperes más para practicarlo. O comienza a incorporar algún tipo de actividad
física en tu vida diaria. Una caminata de 20 minutos al día es un excelente
comienzo que te proporciona los mismos beneficios que 75 minutos a la semana de
ejercicio más vigoroso (nadar, trotar o montar bicicleta). Tú decides. Además
de un corazón contento, reducirás el estrés, dormirás mejor y mejorarás tu
expectativa de vida..
Mejora tu alimentación
Cambia poco a poco los hábitos alimenticios en tu hogar.
Evita el consumo de alimentos procesados, fritos y con exceso de azúcar. Es
mejor que procures seleccionar: frutas y vegetales frescos, granos integrales,
productos lácteos bajos en grasa, así como pescado y carnes magras. Cuando
estos alimentos son la base de los menús de tu hogar ayudas a todos a controlar
el peso, la presión arterial, el nivel de azúcar en sangre y el
colesterol. La Asociación Americana del
Corazón (American Heart Association) sugiere consumir por lo menos de 4 a 5
tazas de frutas y vegetales al día; pescado al menos 2 veces a la semana;
granos integrales altos en fibra (avena o el arroz) diariamente. Y en cuanto a
la sal, reducirla al mínimo (menos de media cucharadita).
Controla tu peso
El sobrepeso hace que tu corazón tenga que trabajar de
más, por lo que debes hacer un esfuerzo por eliminar los kilos o libras que te
sobren. Si modificas tu dieta y haces más ejercicio, ese sobrepeso irá
desapareciendo poco a poco. Ten presente que demasiada grasa, especialmente si
se acumula en el área del abdomen, aumenta tu riesgo de desarrollar presión
alta, colesterol elevado y diabetes, todos ellos factores de riesgo para el
síndrome metabólico y la enfermedad cardíaca. Dale un descanso a tu corazón
reduciendo el sobrepeso, ¡no te rindas!
Cuidado con el colesterol
A pesar de su mala reputación, necesitamos el colesterol
para mantener nuestra salud (es un componente importante de las células, es
importante para la producción de varias hormonas, para la producción de la bilis
y de la vitamina D, entre otras funciones), pero debemos buscar un equilibrio
entre el llamado colesterol malo, que en cantidades excesivas obstruye las
arterias y perjudica al corazón, y el colesterol bueno, que ayuda a quitar el
colesterol malo de las arterias y protege tu salud cardiovascular. Para lograr este equilibrio, haz ejercicio,
limita las grasas saturadas de tu dieta, reduce el consumo de carne roja, los
productos lácteos altos en grasa y todas las grasas trans. Una prueba de sangre
le dirá a tu médico cómo está tu colesterol: idealmente tus niveles totales
deben estar por debajo de los 200 mg/dl.
Vigila tu presión arterial
Uno de cada tres adultos en Estados Unidos tiene presión
alta y sin embargo, uno de cada cinco ignora que la tiene porque la
hipertensión frecuentemente no da síntomas hasta que es demasiado tarde. No
esperes a enterarte cuando se desarrollan complicaciones, como podría ser: un
ataque al corazón, o un accidente cerebrovascular. Una presión arterial
saludable debe estar por debajo de los 130/90 mm Hg.
Controla la glucosa (azúcar) en
la sangre
La diabetes puede llegar a cuadruplicar tu riesgo de un
ataque cardíaco o de accidente cerebrovascular, por lo que debes, en lo
posible, tratar de evitar desarrollar diabetes tipo 2, y si ya la padeces, en
mantener tu glucosa en la sangre bajo control. De nuevo, la dieta, un peso
saludable y el ejercicio son vitales en esta tarea.
No te olvides de procurar
combatir el estrés
Atender las responsabilidades es una cosa y olvidarse de
uno es otra. Dedica algún tiempo del día a desconectarte de todo y a dedicarlo
a algo que te apasione y te relaje. Un pasatiempo, clases de yoga, o tocar un
instrumento son algunos ejemplos de formas efectivas de contrarrestar el efecto
negativo del estrés en tu vida y tu salud.
El corazón es el motor de tu organismo y para que pueda
seguir impulsándolo adecuadamente tienes que echarle una mano. Como te habrás
dado cuenta, todo se interrelaciona. Si cambias tu alimentación, eliminas
toxinas y estrés y haces más ejercicio, automáticamente mejora tu presión
arterial, tu control de la glucosa, tu peso y tu salud cardiovascular.
Comienza a cuidar a tu corazón
(y el de tus seres queridos) hoy mismo, un paso a la vez, ¡y no te detengas!
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