Giacomo
Rizzolatti descubrió las neuronas espejo con otros dos investigadores en 1996.
Estas neuronas nos permiten identificarnos con los demás y
sentir simpatía y ser comprensivos.
Las
neuronas espejo se activan para ayudarnos a imitar lo que nos llama la atención.
Es gracias a las neuronas espejo que somos capaces de ponernos en el
lugar de los otros y entenderlos.
Claro que para actuar con empatía necesitamos una educación amorosa
y un corazón de puertas abiertas.
Necesitamos
altas dosis de tolerancia y convencer a nuestro Ego de que solo tiene una
brizna de razón.
El poeta Tagore de la India decía: “La verdad no está de parte de
aquel que más grita”.
Qué bueno acoger ese pensamiento amoroso, ser tolerantes y ver al otro en un espejo como un
hermano.
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