El tango se desarrolló en Argentina y
Uruguay a partir de tradiciones europeas, africanas y americanas en torno al
año 1880.
Se ha vuelto muy popular en todo el
mundo por su
particular estilo de moverse y
relacionar a la pareja que baila.
Por eso
mismo se prohibió en Argentina durante la última dictadura militar. Al retornar
a la democracia, en 1983, renació.
La
clase trabajadora más empobrecida ahogaba sus penas en el tango, en la calle, cafetines, burdeles
y salas de baile.
Debido a la connotación sexual de la
danza y al entorno
marginal donde nació, se
mantuvo alejado del centro de la ciudad mucho tiempo.
La alta
sociedad río platense rechazó
este nuevo baile por considerarlo escandaloso y arrabalero.
La
mayoría de los inmigrantes que llegaron a trabajar a la región del Plata eran
hombres. Se hizo popular
debido a la escasez de mujeres.
Había que ser un buen bailarín para
conquistarlas. Los
hombres se reunían para
practicar los pases de baile.
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