No pierdas tu vida en un trabajo que odies. Es
demasiado corta para vivirla únicamente durante las tardes y los fines de
semana.
Trata de adaptarte. Si te pasa algo muy malo sobre
lo cual no tengas control, aprende todo lo que puedas sobre ello e intenta
superarlo. Darte cabezazos contra una pared no es productivo.
Si crees que
puedes cambiar algo, inténtalo. Haz todo lo posible para lograrlo. Trata de
entender la esencia del problema y entonces te vas a dar cuenta de que se puede
resolver.
No hay decisiones buenas o decisiones malas. Si alguna vez
tomas una decisión que luego consideras errónea, aprende de ella e intenta
hacerlo mejor la próxima vez. Nunca sabes lo que acabará siendo bueno o malo,
así que lamentarse es una pérdida de tiempo.
No te arrepientas del pasado. Ni vivas
pensando que podrías haberlo cambiado. Vive en el presente. Pero no el de un solo
momento, es demasiado corto. "Ahora" es un pedazo de tiempo corto que
incluye un poco del pasado, un poco del futuro y el presente mismo.
Pide perdón.
En cuanto puedas si crees que has hecho daño a alguien. No intentes fingir que
eres perfecto. Acepta tu
responsabilidad.
Mantén todas tus opciones abiertas tanto tiempo como
sea posible. No te cierres a otras posibilidades antes de tiempo.
Mantén tu
sentido del humor. Aunque no siempre parezca posible.
Carpe Diem. En otras palabras, ¡aprovecha el momento!
No tengas
miedo de la muerte. Si no la temes, no temerás nada que te depare la vida.
Conversa con
Dios, tenlo como amigo, dale las gracias por la oportunidad de vivir y pídele
que te ilumine SIEMPRE.
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