Hay un texto evangélico en el que
Yeshua habla sobre el poder de orar con una fe firme e inquebrantable:
“Todo lo que pidan en la oración, crean
que ya lo han recibido y lo obtendrán”. Marcos 11,24.
Esa fe no es muy frecuente porque es habitual pensar que
se cree con gran convicción sin que sea verdad.
Por eso
el Maestro Jesús en varias ocasiones les dijo estas frías palabras a sus
discípulos: “Hombres de
poca fe”.
De
hecho, son pocos los que
cada día refuerzan su fe con oraciones, rituales, lecturas y la comunión con
Dios.
Hay
quienes todos los días están más de una hora en ejercicios para su cuerpo, y eso está muy bien.
Pero, ¿cuáles son los ejercicios que
hacen para su espíritu? ¿Dónde están esos Spas para el alma?
Ojalá
este escrito te mueva a
dedicarle a tu espíritu un buen tiempo cada día.
Ojo:
Sabio no es el que sabe, sabio
es el que practica.
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