Los
que utilizan la hipnosis para que alguien sane fobias, temores o emociones
venenosas saben varias cosas:
1.
Uno no hipnotiza a nadie; es la persona la que entra en trance si lo acepta
para su beneficio.
2. La
persona hipnotizada nunca pierde la conciencia y solo pone su mente en
frecuencias más bajas o relajantes.
3. La
persona hipnotizada conserva su voluntad, piensa por sí misma y hace solo lo
que desea, no lo que quiera imponerle el hipnotizador.
4. Las personas espirituales, relajadas
y sugestionables entran mucho más fácil en este estado sereno.
5.
Hay personas que nunca entran en ese estado por ser muy racionales, rígidas o
desconfiadas.
6. La
hipnosis es de gran ayuda en casos en los que no se logran resultados con las
terapias tradicionales.
7. Muchos sicólogos y médicos usan la
hipnosis con estupendos resulados. Está probado que a veces la hipnosis
reemplaza la anestesia.
La
ayuda de un terapeuta que emplee la hipnosis puede ser útil en los siguientes
casos:
Para
tratar la depresión.
Para ayudar a calmar la ansiedad
Como
tratamiento para bajar la presión arterial
Para ayudar a disminuir el estrés
Como
tratamiento para dejar de roncar.
Para
ayudar a su hijo para que no se orine en la cama
Ayuda a curar los miedos y las fobias
Como
ayuda para dejar de comer en exceso o para dejar el cigarrillo.
Ayuda a superar el dolor de una persona
que se fue o un amor no correspondido.
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