La clave del éxito o el fracaso en una entrevista laboral competitiva a menudo depende de la manera en que uno conteste las preguntas “difíciles”.
Independientemente de cuáles sean las preguntas, no hay ninguna que sea sencilla a la hora de una entrevista para un empleo, porque es todo lo contrario de una conversación casual. Pero lo más difícil suele ser contestar las preguntas que tienen respuesta abierta; a menos que usted se prepare adecuadamente. He aquí algunas de las preguntas difíciles, y consejos para responder mejor.
1- ¿Por qué se fue (o desea irse) de su empleo anterior?
Esta averiguación suele ser la más emocional y difícil para la persona que ha sido despedida. Si uno no está preparado con una respuesta, el entrevistado puede sentir vergüenza y pasar un mal rato, hasta arruinar el resto de la entrevista cuando se da cuenta de que no está dando una buena impresión. Debe encontrar una respuesta que sea verdadera, pero que no dé una mala imagen de usted, de la empresa, o de nadie de allí. Debe evitar dar la impresión de que alguien hizo algo mal. La explicación debe ser breve, no más de dos o tres oraciones. Luego deje de hablar. No trate de extenderse o desarrollar el tema, porque lo único que logrará es que le hagan más preguntas.
2- ¿Por qué le interesa nuestra empresa?
La mayoría de los empleos que logran los buscadores eficientes nunca fueron publicados. Muchos ni siquiera existían al momento de la visita del solicitante. Si usted trata de responder en forma específica explicando la forma en que encajaría, puede estar poniéndose limitaciones. En cambio, cuéntele al entrevistador qué tan eficaz es en lo que hace, y demuestre que está bien calificado con sus logros de modo que la empresa podría beneficiarse con algo similar. Deje que sean ellos los que piensen cómo encajaría en sus planes.
La estrategia para tener éxito en una entrevista laboral consiste en ser la persona que el entrevistador quiere que uno sea, dentro del límite de nuestros propios talentos. Esto se logra al prestar atención a las indicaciones respecto de qué desea escuchar nuestro interlocutor, y responder adecuadamente.
Lo que todos los entrevistadores buscan es la respuesta a la pregunta básica de por qué deberían contratarlo a usted en vez de a los otros candidatos igualmente calificados. La forma en que usted refleje la imagen del candidato ideal para ellos por lo general habrá de determinar si le hacen o no la oferta. De más está decir que debe permanecer siempre dentro de los límites de la verdad, y no cometer el error de tergiversarse a usted mismo. En la actualidad, los empleadores están investigando cada vez con mayor profundidad ante la extendida preocupación por la ética en el trabajo, de manera que cualquier falsedad personal que usted declare luego le jugará en contra...
3- ¿Qué es lo que usted hizo bien?
La respuesta a esta pregunta es definitoria, y puede llevarlo tanto al éxito como al fracaso en su búsqueda laboral. Lo que el entrevistador realmente desea saber es qué puede hacer usted por la empresa, y por qué habría que contratarlo a usted y no a los otros varios candidatos que están igualmente capacitados.
A este respecto, el entrevistador desea saber no sólo qué tan eficaz es usted, sino también si hay algo de usted que podría ocasionar problemas. Evite este último tema y dedíquese a citar ejemplos específicos de cosas que hizo en su último empleo, adjudicándose el mérito cuando corresponda en lo que se refiere a programas iniciados y tareas cumplidas. En su preparación para esta pregunta de tanta importancia, usted deberá enumerar los puntos que desea mencionar y dejar bien establecidos, de manera que intente memorizarlos. Asimismo, al concentrarse en los casos específicos de lo que realizó, usted está utilizando con éxito la técnica sin pasar por fanfarrón. En nuestra experiencia, fácilmente el 60 por ciento de la gente que pasa por una entrevista laboral no consigue la oferta debido tan solo a que no saben venderse. Excepto para los candidatos a los niveles de entrada Juniors, el empleador va a estar mucho más interesado en sus antecedentes laborales que en su formación universitaria. Usted debe mencionar esta última, pero lo que tiene que hacer primero es hablar de sus logros en su trabajo.
4- Cuénteme acerca de sus puntos fuertes y sus debilidades.
Esta es una de las preguntas estereotipadas más antiguas de las entrevistas laborales. Para el que va bien preparado es una muy buena señal, porque indica que el entrevistador no es precisamente un experto. Esto le da a usted la oportunidad de aprovechar la entrevista y llevar agua para su propio molino. Al responder la pregunta, debe concentrarse en los puntos fuertes y evitar hablar de los débiles.
Lo importante que tiene que recordar es nunca decir nada negativo acerca de usted mismo. Suele haber una tendencia a hacer esto, porque se nos enseña desde pequeños que tenemos que ser modestos al tratar con otras personas. Pero ese tipo de actitud no tiene cabida en una entrevista competitiva por un empleo. Inclusive una declaración aparentemente inofensiva tipo “no tengo paciencia para la ineficacia” puede ser peligrosa. Puede ser tomada como una señal de que usted tiene mal genio, es severo con los subordinados o no puede manejar una situación difícil sin perder la calma.
5- ¿Qué es lo que no hace bien?
Esta es una variación sobre la pregunta anterior, y vale el mismo consejo. Aléjese por completo de los puntos negativos, o de cualquier declaración que pueda interpretarse como negativa.
6- ¿Cuál sería el empleo ideal para usted?
Aquí lo que tiene que hacer es describir el empleo que está solicitando, en la medida que lo conozca. Si en realidad es el ideal o no depende de muchas variables, pero su objetivo es lograr que le hagan la oferta. Después podrá decidir si desea aceptarla a partir de negociaciones sobre salario, beneficios y otros temas. Si usted habla de un empleo que obviamente no es el que la entrevista requiere, el entrevistador deducirá que a usted no le interesa esa vacante y de inmediato lo desestimará en sus consideraciones. Son muchas las personas que pierden así una buena oportunidad laboral.
7- Cuénteme acerca de su empleador actual y de los anteriores.
No critique a su empleador actual o a los ex, porque dará una mala impresión de usted mismo. Pero tampoco se vaya al otro extremo y atribuya a sus supervisores todo el mérito de su desarrollo profesional. Usted debe atribuirse todo el mérito que pueda acerca de sus logros, porque esto es lo que repercute en el entrevistador. Ponga especial énfasis en los ejemplos de iniciativa y liderazgo, en aquellos en los que usted haya creado o dirigido un proyecto o un programa hasta una conclusión exitosa, o en los que haya conseguido idear alguna nueva contribución para mejorar la rentabilidad de la empresa. La mejor manera de darle una buena impresión a un empleador en perspectiva es hablando de la manera en que usted mejoró la rentabilidad de sus ex empleadores.
8- ¿Qué piensa acerca de su último (actual) jefe?
Esta pregunta es otra variación de la anterior. Se aplica la misma regla: nunca critique a un ex empleador, independientemente de qué siente en realidad.
9- ¿Cuáles son los mejores y peores aspectos de su último (actual) empleo?
Subraye sólo lo positivo, hablando en función de los desafíos que haya tenido que enfrentar y qué hizo para resolverlos.
10- ¿Cuánto desea ganar?
Lo ideal es evitar toda alusión al dinero, si fuera posible, al menos durante la primera entrevista. Ese tema será tratado en posteriores entrevistas, cuando el empleador decida que usted lo satisface y desee contratarlo. Pero si el entrevistador toca el tema, usted no puede darse el lujo de ignorarlo. Una respuesta posible sería decir que el empleo es más importante que el dinero, y que usted desea hablar más a fondo acerca de sus habilidades y capacidades. Cuando efectivamente llegue el momento de tratar la negociación salarial, evite mencionar una cifra específica. Si es demasiado alta, el empleador no lo tendrá más en consideración. Si es demasiado baja, usted habrá pecado de modesto y esto puede perjudicarlo ante sus ojos. Simplemente declare cuál era su salario en su último empleo, y deje que el empleador haga su oferta.
Una última recomendación acerca de las preguntas, en lo que a usted se refiere. Usted también hará preguntas. La mayoría de la gente cree que hacer preguntas es negativo. No es así; al contrario, aumenta la posibilidad de hacer sentir cómodo al entrevistador.
Si conoce el tipo de preguntas que formulan comúnmente los entrevistadores y el alcance adecuado de las suyas, al prepararse de antemano usted podrá evitar las dificultades que suelen presentarse.
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