Una persona ubicada tiene metas
coherentes, metas que no chocan unas con otras.
Sabe administrar bien su vida y logra un amoroso equilibrio entre su vida profesional y
su vida afectiva.
Solo
así está en paz y aleja
tres plagas de la vida moderna que destrozan a los superficiales.
Esas
tres plagas se alimentan
la una a la otra y son la soledad, la depresión y el suicidio.
Las
investigaciones sobre el suicidio muestran que en los suicidas suelen darse constantes como éstas:
Serios vacíos afectivos, relaciones irregulares con los
padres, los
hermanos, y los
parientes.
Escasos amigos, nula o escasa participación en grupos, una soledad oprimente y un gran vacío espiritual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios