El filósofo y escritor español Fernando Savater escribió hace años un libro dirigido a su hijo.
Se llama Ética para Amador, que él mismo define así: «Este libro es personal y subjetivo, como la relación que une a un padre con su hijo...
Su objetivo no es fabricar ciudadanos bien pensantes, ni mucho menos mal pensados, sino estimular el desarrollo de librepensadores».
En el resumen final de la obra, dice Savater:
«La vida no es como las medicinas, que todas vienen con su prospecto en el que se explican las contraindicaciones del producto y se detalla la dosis en que debe ser consumido.
Nos la dan sin receta, la vida, y sin prospecto. [...] he renunciado a darte una serie de instrucciones sobre cuestiones concretas: que si el aborto, que si los preservativos, que si la objeción de conciencia, que si patatín o que si patatán.
Ni mucho menos he tenido el atrevimiento (¡tan repelentemente típico de quienes se consideran “moralistas”!) de predicarte en tono lastimero o indignado sobre los “males” de nuestro siglo: el consumismo [...], la insolidaridad, [...] el afán de dinero, [...] la violencia, la crisis de valores [...].
Tengo mis opiniones sobre esos temas y sobre otros, pero yo no soy “la ética”: sólo soy papá. A través de mí, la ética lo único que puede decirte es que busques y pienses por ti mismo, en libertad, sin trampas: responsablemente.
He intentado enseñarte formas de andar; pero ni yo ni nadie tiene derecho a llevarte en hombros.
[...] Elige lo que te abre: a los otros, a nuevas experiencias, a diversas alegrías.
Evita lo que te encierra y lo que entierra. Por lo demás, ¡suerte!
Y también aquello otro que una voz parecida a la mía te gritó aquel día en tu sueño cuando amenazaba arrastrarte al torbellino: ¡confianza!»
a que bueno gracias por aparecer
ResponderBorrarestubo bueno en todo
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