Hoy es un buen día para
paladear estos conocidos versos de Francisco Luis Bernardez, tan lúcidos y
frescos:
“Si para recobrar lo recobrado, debí perder primero lo perdido. Si para
conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado.
Si para estar enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo
sufrido, tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después he comprobado que no se goza bien de lo gozado, sino después de haberlo
padecido.
Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de
florido, vive de lo que tiene sepultado”.
Los seres humanos renegamos cuando un tornado emocional nos sacude y nos deja sin aliento.
Solo después, cuando la fatalidad se va, encontramos el sentido del sinsentido y recobramos la fe perdida.
La verdad es que el trigo
se tritura para poder aprovechar la harina del buen pan que nos nutre.
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