La casa del carpintero
A pesar de que le quedaban muchos
años por delante, el carpintero decidió jubilarse de forma anticipada. Después de toda
una vida realizando grandes trabajos, pensó que había llegado el momento de pasar más tiempo
con su familia.
Le comunicó la decisión a su jefe y éste se sintió muy triste.
No quería perder tan pronto a uno
de sus mejores hombres.
Aún así aceptó su decisión con la única condición de que hiciera un último trabajo.
Le encargó construir una casa de
madera.
El carpintero aceptó el trabajo y se puso manos a la obra. Sin embargo su cabeza estaba en
otra parte.
En sus pensamientos ya estaba
disfrutando de la jubilación y del tiempo libre con su familia.
Durante toda su vida había puesto el corazón en todos y cada uno de sus
trabajos.
Ahora su corazón estaba en otra
parte.
Quería acabar de construir la casa lo más pronto posible y no estaba
cuidando los detalles. Encargó
materiales de baja calidad para recibirlos rápidamente. Construyó únicamente
los metros necesarios para la vivienda, ni uno más.
Después de varias semanas de trabajo llamó a su jefe y le comunicó que la obra estaba acabada.
Su jefe le pagó la cantidad acordada y le dió unas llaves. El carpintero sorprendido le preguntó de dónde
eran.
Su jefe le respondió que esas
llaven abrían la casa que acababa de construir y que era el regalo que quería hacerle por
toda una vida de buenos trabajos a su lado.
La casa que acababa de construir
era para que vivieran él y su familia.
Conclusión
Tu eres el carpintero de tu
propia vida. No importa que en estos momentos no puedas ver cuál va a ser el
beneficio de tus esfuerzos. Si te esfuerzas, tarde o temprano obtendrás una
recompensa.
En esta vida existe una especie
de ley del equilibrio. Cualquier esfuerzo
que realices, al final volverá a ti de una forma u otra. Puede que no
venga en forma de palmadita en el hombro o de ese aumento de sueldo que tanto
deseas. Puede que ni siquiera sea tu jefe el que acabe recompensándote por tu
esfuerzo.
Pero al final alguien comprenderá
el valor de aquello que estás haciendo. Puede ser una persona desconocida o
incluso tú mismo. Si te esfuerzas en tu trabajo diario serás mejor cada día.
Esforzándote puedes llegar incluso
a ser mejor que tu jefe y dejar de necesitarlo para ganarte un sueldo.
No
dejes de esforzarte.
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