Cuando
queremos a una persona, lo sabemos. Sabemos que podemos tener conflictos, pero que deseamos
seguir a su lado. Nos
gusta su sentido del humor, su inteligencia, su manera de estar contigo.
Cuando admiras a tu pareja, a pesar de que se haya perdido la complicidad, uno desea seguir a su lado.
El
problema es saber si esa admiración se mantendrá si no ajustamos los puntos de
desacuerdo. Para que la pareja no termine muriendo hay que ir a terapia
a tiempo. La mayoría de
las parejas llegan tarde a una terapia.
Si crees que no, es porque hay algo que te hace estar mal. Si no,
no te cuestionarías la relación. Debes anarlizar qué es y hablarlo, comunicarte con tu pareja y tratar
de solucionarlo.
Puede
que algo no te guste o te incomode pero que vuestra relación sea sana porque
hay respeto y cuidado del otro, hay deseo sexual y hay confianza y amistad.
En estos casos vale la pena tratar de solucionar los pequeños problemas
para seguir aún más fortalecidos.
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