Muchos
profesionales creen que trabajar más es sinónimo de hacerlo mejor; sin embargo,
buenos resultados no siempre tienen que ver con la cantidad de tiempo
destinado.
A veces es más importante la manera en que se
haga, la eficiencia que se tenga, y por cierto, la organización con la que se
cuenta para llevar a cabo una tarea.
Si
la palabra "optimizar" no está en su vocabulario, y las horas pasan
pero sus tareas no avanzan, es tiempo de que aprenda a organizar su día. Acá le damos algunas pautas que pueden ayudarle a lograrlo.
Ahora, si el caso es más complejo y realmente
siente que el tiempo no le alcanza por tantas obligaciones, ya es tiempo de que
lo converse con sus superiores y busque una alternativa al problema. Muchas
veces las personas tienden a callar por miedo a que nos crean que son capaces,
sin embargo, es mejor demostrar el interés por hacer las cosas bien y la
preocupación por no poder cumplir.
1.
Limpie y ordene
La
organización u empresa tiene directa relación con saber optimizar los tiempos,
en otras palabras, conocer cuáles son las prioridades y saber cómo abordar las
tareas. Por esto es que una primera medida será el orden.
Comience ordenando su escritorio, archivando
esa pila de hojas que tiene hace meses estancadas sobre éste.
También, es aconsejable limpiar su computador
y crear carpetas con categorías simples que le ayuden a encontrar más
rápidamente lo que necesita.
Al
momento de dividir tareas y asignar un tiempo determinado para cada una de
ellas, deberá tenerse en cuenta la factibilidad de que ésta pueda terminarse en
el tiempo estipulado. Es mejor hacer una cosa bien y
terminarla, que comenzar cinco y no concluir ninguna, por tanto hay que ser
realistas al momento de repartir las labores de la semana o del día. Otra opción es reducir el tiempo
que le destinamos a cada tarea o dejar menos responsabilidades para aquella
jornada en que tenemos más actividades u obligaciones.
3.
Lápiz y papel
Cada día es diferente y por supuesto hay una
tarea nueva por hacer, más aún, muchas veces no alcanza a terminar todo en una
jornada, por lo que se suman las tareas pendientes y las que estaban
programadas para el lunes se terminan haciendo el viernes. Para evitar este
tipo de situaciones, resulta fundamental que cuente con una agenda en la que
pueda designar las tareas y distribuir los días de la semana, comenzando
siempre por lo más urgente.
4.
Pedir ayuda
Si ya ha intentado organizar su día y dividir
las tareas, pero aún así le resulta imposible terminar con todo lo
presupuestado, es hora de que le pida ayuda a su equipo o que simplemente
delegue responsabilidades, lo que no significa librarse de éstas sino
compartirlas con la finalidad de lograr un buen resultado. "Las empresas valoran mucho
que sus trabajadores sean capaz de gestionar bien el tiempo, que cumplan con
sus obligaciones y se muestren comprometidos por su productividad y la de la
empresa".
5.
Evitar desconcentración
A veces no comprendemos por qué el día se pasa
volando y no alcanzamos a hacer todo lo presupuestado, esto muchas veces tiene
que ver con que no priorizamos ni organizamos correctamente la jornada.
El principal enemigo en este sentido son los
distractores que no tienen que ver con lo laboral, revisar el banco o leer
mails personales, por ejemplo.
Este tipo de cosas y distracciones ocasionales
deberían dejarse para el final del día o para cuando tenga tiempo libre.
6.
Saber detenerse
En ciertas ocasiones intentamos avanzar en
distintas tareas que nos toman mucho tiempo porque nos bloqueamos y no sabemos
cómo comenzar, en este caso lo mejor es dejarla stand by y continuar con las
actividades que están programadas para el resto del día. Cuando algo no sale de
manera fluida, es mejor detenerse y retomarlo más tarde, ya que de lo
contrario, si trata de forzarlo, se arriesgará a hacerlo de manera incorrecta.
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