· No vendas la piel antes de cazar al oso.
· Por los Santos, la nieve en los cantos.
· Una cosa piensa el amo y otra la que piensa el caballo.
· Dios aprieta, pero no ahorca.
· Manos blancas no ofenden.
· La mentira y la verdad no pueden vivir en paz.
· El criado, el gallo y el amo, un año; si es bueno, dos; ya tres, os.
· Como no son tuyos los zapatos, que tiras por el barro.
· Hacer más daño, que un buey por un tejado.
· No hay quinto malo.
· Padre: mercader, hijo: caballero, nieto: pordiosero.
· El frío conoce al encuero.
· Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
· La fortuna es ciega y no sabe con quién juega.
· Cuando malaya llegue; ya el caballo esté cansado.
· Cerrar el arca ya hecho el robo, es precaución de bobo.
· Ni cases sin ver, ni firmes sin leer.
· Disfruta hoy, es más tarde de lo que crees.
· Como se va lo bueno, se va lo malo.
· El amor no quiere consejo.
· Los últimos serán los primeros.
· De mujer que es madre, nadie nunca mal hable.
· Afortunado en el juego, desgraciado en amores.
· Dime con quién andas, y te diré quién eres.
· Cambio mujer de 40 por dos de 20.
· Vino, amigo y aceite, cuanto más antiguo más ferviente.
· Cuando mulo no moría, gallinazo comía.
· El dinero es buen servidor, pero como amo, no lo hay peor.
· Mediando el dinero entre dos amigos, los hace enemigos.
· Las medias ni pa las mujeres.
· Gástalo en la cocina y no en medicina.
· Lo único permanente es el cambio.
· Acuérdate, nuera, de que también serás suegra.
· En las cosas del espíritu el que no avanza, retrocede.
· Al bueno buscarás y del malo te apartaras.
· No te fíes de quien de ti desconfíe.
· El que, de rosas de comer al burro, cobrará con un rebuzno.
· Gran tormenta mucho espanta, pero pronto pasa.
· No se ganó Zamora en una hora.
· El mucho joder empreña.
· El casar y descasar, despacio se han de pensar.
· Años de higos, años de amigos.
· Aunque se saque el oro de vil escoria, a todos les huele a gloria.
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