Antes de responder a las actividades cotidianas que se
te presentan regálate un minuto. Saca un minuto para tí, y sentirás un cambio
positivo en tu vida.
A veces vives situaciones de peligro, y en ese preciso
momento reaccionas de forma inmediata y de forma automática. Pero el diario
vivir exige respuestas mesuradas, bien pensadas y elaboradas.
Cuando vives
fuertes emociones, sientes la adrenalina y no puedes permitir que éstas emociones
te controlen. Respira profundo y verás su efecto tranquilizador, y trata de poner
las situaciones en contexto. Reflexiona
sobre lo que tu eres, tus principios y tus valores y recuerda que no debes responder
de forma imprudente o hacer algo de lo que mas tarde te vas a arrepentir.
En lugar de dejar que los problemas te controlen, has
un acto de conciencia y pídele a Dios sabiduría para que puedas decidir cuál
debe ser el mejor camino a seguir.
En lugar de
simplemente tratar de demostrar algo, debes encontrar la mejor forma de hacer las
cosas.
Antes de actuar,
date un minuto. Y trata de encontrar la mejor respuesta y la más positiva y la
más eficaz.
Si
sigues este camino de tomar conciencia sobre tus actos, encontrarás un sendero
que te llevará a ser cada día mejor.
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