Cuando
estés haciendo algo, hazlo con alegría.
En
lugar de esperar a que la alegría llegue, opta por dar alegría.
Siéntete alegre por el hecho de que estás en este mundo
para experimentar todo lo que desees. Dios te ha dado esa libertad… Utilízala bien. Dale
alegría a tu realidad y no solo tendrás satisfacciones a cambio sino que
comenzarás a marcar una diferencia en tu vida.
Dale alegría a lo que haces, se mas positivo en tu
trabajo y ofrécele a Dios tus acciones. Dale alegría a la gente que te rodea, y
esto se convertirá en un multiplicador para lograr una sociedad mas alegre y
positiva.
Conviértete en una persona que trae energía positiva a la
gente que te rodea. Recuérdale a todo el mundo lo bueno que hace, sus cosas positivas
y la satisfacción que significa ser estar vivo.
Basta
con elegir ser alegre para iniciar el cambio. Es una opción de gran alcance que
puedes hacer en cualquier momento, una y otra vez. Hasta convertirá en un buen
hábito.
No te cuesta nada, y puede significar mucho para iniciar
un gran cambio en nuestra sociedad. Pídele a Dios que te de la fortaleza necesaria para poder sacar
esa alegría que no tienes en los momentos difíciles y poder expresarla de la
manera correcta, sin ofender a nadie.
Dale
alegría al mundo, la alegría de estar vivo y de poder experimentar la vida en
su máxima expresión… Y recibirás alegría.
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