Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canciòn;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabòn.
Me
gusta verlos pintarse
de
sol y grana, volar
bajo
el cielo azul, temblar
súbitamente
y quebrarse.
Antonio
Machado
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