Un
estudio reciente muestra que las mujeres que acuden regularmente a la iglesia
son más inmines a los altibajos de la vida, y que en general son más felices.
El Instituto de Ciencias Psicológicas, es el
autor de la encuesta, la cual tenía el objetivo de investigar la felicidad
decreciente de las mujeres americanas en los últimos 36 años.
Ross
descubrió que acudir con regularidad a la iglesia es un factor significativo en
la felicidad de las mujeres. Se ha constatado, de hecho,
que una inflexión de esta frecuencia ha tenido efectos directos sobre la
felicidad de las mujeres sobre las que se ha hecho el estudio.
El
descenso de la frecuencia en el tiempo, un comportamiento asociado a una menor
felicidad general, explica en parte la disminución de la felicidad de las
mujeres.
Igualmente, las mujeres que afirman frecuentar
con regularidad la iglesia parecen más inmunes a los elementos que han provocado el descenso general de la
felicidad.
Partiendo de que los cambios que nuestra
sociedad ha experimentado en las últimas décadas han tenido un impacto negativo
en la felicidad de las mujeres, el análisis apoya la conclusión de que las mujeres que acuden con
frecuencia a la iglesia han sido menos sensibles a este impacto.
Los expertos subrayaron también que “a pesar
de que las expectativas de rol para hombres y mujeres han cambiado en las
últimas décadas, se podría decir que han cambiado de forma más radical para las
mujeres”.
“En el contexto de un mayor sentimiento de
disgregación social, quizás las
mujeres se han beneficiado más que los hombres de la influencia estabilizadora
de una visita regular a la iglesia”.
San Agustín no estaría sorprendido de lo
que se ha descubierto, porque enseñaba que el bien más grande para la humanidad
es Dios.
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