Tiene una mirada perdida que se desplaza por todo el público que se ríe y no para de reír.
Una risa desagradable, poco chistosa.
Una risa irónica e insensible.
El es fuerte y valiente y no llora.
Su amo le dijo que no debia llorar.
Su amo le enseñó que los payasos no lloran, divierten.
Él se lo creyó y fue guardando en algún lugar de su corazón todas esas lágrimas que nunca pudo dejar caer.
Todas las palabras que nunca pudieron decir.
Todas las veces que quise hablar y nunca les salieron las palabras.
Todo, todo, todo lo tiene guardado, en algún lugar de su corazón...
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