No
se puede separar la salud de las emociones. Cada sentimiento que tiene afecta
alguna parte de su cuerpo y el estrés puede causar daños en su salud física,
especialmente si no hace ejercicio o no comer bien, ya que estos dos factores
pueden ayudar a mantener el estrés bajo control.
Pero ¿Que sucede ante esto?, incluso ¿Que efecto tiene
sobre nuestro cuerpo una vez que se produce determinada emoción?, vamos a
conocer cada uno de estos y su respectivo efecto:
Cerebro:
Específicamente el cerebro recibe señales tanto dolorosas como placenteras,
pero que si se produce dicha alteración podemos encontrar daños en el sistema
nervioso central, esto mismo hace que tomemos decisiones precipitadas, y reacciones
involuntarias.
Cuello:
La mayoría de las emociones que “reprimimos” se quedan en el cuello, bien sea
como lo que conocemos “nudo en la garganta” o simplemente nos enfermamos de
forma inexplicable.
Hombros:
En los hombros somos más propensos a guardar la tensión y el enojo, esto se
refleja claramente en el dolor que nos produce palparlos o simplemente
manifiesta endurecimiento en los músculos.
Tórax:
Esta es una parte esencial del cuerpo, aquí generalmente queda atrapado el
llanto, se vuelve muy intenso y la tristeza consume poco a poco a la persona.
Esta reacción es dolorosa, las personas deprimidas son quienes más lo
experimentan.
Piernas:
Resulta curioso que a través de estos podemos incluso aseverar si la persona
viene de buen humor, mal humor… mucho nos trasmite la forma en que este
sentado, en que caminas, cuando se ve decaído, tenso, preocupado o incluso si
realmente esta relajado.
Columna
vertebral: Aquí es donde la mayor parte de las emociones se concentran,
principalmente el agobio y la preocupación constante sobre determinadas
situaciones. La mayor parte viven con un “dolor en la espalda”.
Estomago:
Esta parte es una de las más sensibles, simplemente por el hecho de que al
“tragar” las emociones se convierte en sinónimo de enfermedad, ya sea temporal
o crónico.
Por
fortuna no todo está perdido para quienes presentan un descontrol emocional
tenemos alternativas como lo es la Terapia Racional-Emotiva, en donde se basa
específicamente en tres elementos: experiencia motivante, el sistema de pensamiento
y creencias falsas, consecuencias emocionales negativas que brotan de
pensamientos erróneos.
El primero representa el evento que desencadena
determinado pensamiento el cual tiene como resultado una creencia falsa de la
situación y que automáticamente alteraran las emociones. Posteriormente esto se ve
reflejado en cada parte de nuestro cuerpo de forma externa e interna.
La idea de comprender como está estructurado este tipo de terapia es
principalmente para modificar ese pensamiento o creencia falsa que se
encuentran exclusivamente en algunas experiencias que repetimos constantemente
y nuestro organismo lo resiente o bien termina por absorber nuestra energía
misma que se puede ver de forma corporal.
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