Confieso
que formo parte de las víctimas de esta sociedad que nos bombardea con esquemas
específicos de belleza a través de los cuales la delgadez es un ideal.
Me gusta el cuerpo liviano, ágil y elástico. Me identifico
con una estética sin protuberancias, relieves y desproporciones. Pero así
mismo, hoy decidí alejarme de mi primaria perspectiva de lo bello para abrir mi
mente y analizar las ventajas de la gordura. Una mujer que nace gorda o que se
engorda debe tener ciertos puntos a su favor que deben ser resaltados y no
señalados por las flacuchentas.
No
piensan a la hora de comer. Esa es una invaluable sensación de libertad. No se
mortifican por los horarios adecuados para ingerir los alimentos ni mucho menos
se estresan por la escogencia de los mismos. Una bandeja paisa al desayuno no
es una posibilidad absurda, al contrario, puede ser una realidad semanal.
Cuando van a los almacenes no se pasan horas midiéndose
opciones de prendas porque pocas veces encuentran su talla. Sus compras son
breves. ¿Qué me queda? Eso me llevo. Punto.
Se sienten como unas princesas ya que ellas sí conocen de
cerca la verdadera caballerosidad. Los hombres les ceden el puesto, las miran
con ternura, les sonríen, las saludan con palmada en el hombro, les corren la
silla, les abren la puerta del carro y no las morbosean.
Disfrutan
a plenitud la amistad. Las gordas no generan envidia, así que además de
convertirse en grandes amigas producen una confianza que solo es recompensada
con lealtad. No sufren el dolor de la traición ni prueban el veneno del engaño.
Se desinhiben con facilidad. Contrario a sentir complejos
por su figura, tienden a ser tan seguras de ellas mismas que se convierten en
grandes amantes. No tienen límites, no les preocupa si la luz está prendida o
apagada, no las altera nada.
La playa o el plan de piscina no las cohíbe. Uno las ve
pavoneándose sin pareo y sin el menor pudor. Se asolean sin tapujos. Con la
bronceada se les marcan líneas y no les importa. Salen de esqueleto, ombliguera
o shorts, frescas.
No viven pendientes de los tratamientos, trucos o sistemas
para alcanzar la figura ideal, son conscientes, se aceptan evitando luchas sin
sentido. Así se aman y así las aman.
Si
resumimos, la gordura genera libertad. Algo que pocos seres logran conocer a lo
largo de su vida. Es cierto que por momentos debe producir insatisfacción y una
lucha por modificar lo existente. Pero a la vez se alejan con facilidad de las
presiones y convierten su figura en su mayor factor de seguridad.
Si están gorda, ¡Asúmanlo! Y así suene cruel, es la cruda
verdad.
Yo soy gorda. Me mido la ropa que me dé la gana, en dónde me
dé la gana, porque para eso existen las tallas. Existe la diferencia.
Me preocupo por lo que como porque la obesidad, al igual que
la anorexia y la bulimia, son enfermedades. A veces sí desayuno con chicharrón,
no voy a decir mentiras, y quedó feliz todo el día.
Yo
conozco la verdadera caballerosidad porque les gusto a los hombres con los que
salgo, no porque me vean como un dinosaurio. Me saludan de pico. El problema,
en realidad, no es ser gorda. El problema es creer que solo se puede ser bonita
de una manera.
Me tiene sin cuidado que me tengan o no envidia. ¿Para qué?
Hace rato aprendí que para ser feliz no puedo pensar en lo que dice la otra
gente, lo que hace la otra gente. Tengo amigas leales por lo que soy, no porque
mi gordura aumente su seguridad.
De lo único que debo estar pendiente es de sentirme bien
conmigo. De estar bien. De no tener problemas de salud. Esa es lo única
realidad que tengo. Darse cuenta que de cualquier forma, así sea gorda, se
puede ser bonita. Se es mujer.
La
lucha no es con mi cuerpo, la lucha es con la gente que piensa mal. Que cree
que ser gordo es un delito. Que las tallas grandes son un maldición. Que la
única felicidad posible es la de las flacas.
La verdadera ventaja de la gordura es no tener un montón de
creencias estúpidas. Es saber que uno puede ser feliz como sea porque está
cómodo con uno. Que uno es bonito. Que ser gordo es solo una característica
más.
NOTA:
DEBEMOS SER FELICES Y ACEPTARNOS COMO DIOS NOS TRAJO AL MUNDO Y CUIDAR NUESTRA
SALUD FISICA Y MENTAL.
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