INGREDIENTES:
200 gr. de chocolate fondant 70%
200 gr. de chocolate con leche
200 gr. de chocolate blanco
4 sobres de cuajada
1 litro de nata líquida
½ litro de leche
100 gr. de mantequilla
100 gr. de azúcar
250 gr. de galletas “María”
PREPARACION:
El primer paso es moler las galletas. Para esto he
utilizado la picadora de la batidora, aunque si no lo tenéis con la propia
batidora podéis hacerlo. Una vez molido lo juntáis con la mantequilla y lo
mezcláis bien hasta que se queda una masa uniforme con la que cubriréis el
fondo del molde de aro desmontable donde vamos a hacer la tarta. Para la
ocasión he utilizado uno de 25 cm. de diámetro.
Ponemos la leche en un vaso mezclador y le añadimos los 4
sobres de cuajada, lo removemos bien para que no queden grumos y se la añadimos
a la nata removiendo todo bien. Esta parte es la que técnicamente no está bien
hecha, pero a mí me ha quedado igual por lo que seguiré explicándola así. Esta
cantidad la iremos repartiendo en partes iguales para los 3 chocolates por lo
que necesitaremos un vaso medidor.
Primer chocolate: he seguido un orden pero no es dogma,
podéis ponerlos en el orden que queráis, yo he empezado por el fondant; lo he
puesto troceado en un cazo y le he añadido 70 gr. de azúcar además del medio
litro de la mezcla líquida. He removido al fuego hasta que se ha deshecho el
chocolate y se ha ido espesando; lo he retirado antes de que rompa a hervir y
lo he puesto a enfriar en el mármol de la escalera, que enfría muy rápido.
Cuando ha empezado a enfriarse y estaba aún lo
suficientemente líquido lo he puesto en el molde, lo he metido al congelador y
lo he dejado unos 20 minutos para que solidificara.
Unos 15 minutos después de meterlo al congelador, empecé
a hacer el chocolate con leche. Lo mismo que el anterior pero con 30 gr. de
azúcar nada más. Tras añadirle el medio litro de la mezcla líquida lo he
removido bien y sin dejar que rompa a hervir lo he retirado del fuego y puesto
a enfriar. He sacado del congelador el molde con la primera capa de chocolate y
con un tenedor he rayado la parte de arriba para que el chocolate que voy a
añadir ahora se “agarre”. Si lo ponemos sin rayar puede resbalarse la capa al
desmoldarla, ya que las capas de chocolate quedan muy lisas y no se integran.
A la hora de verter las siguientes capas de chocolate lo
haremos echando el mismo sobre una cuchara vuelta del revés para que nos haga
un efecto dispersador del chocolate, así no desfigurará la capa inferior porque
cae muy repartido. Con el chocolate blanco hacemos exactamente lo mismo, la
única diferencia es que este no lleva azúcar añadido. Seguimos exactamente los
mismos pasos que con la capa anterior. Una vez ya estén vertidos los tres
chocolates en el molde, lo metemos a la nevera y lo dejamos hasta el día
siguiente. Podríamos meterlo al congelador 1 hora antes de desmoldarla, nos
quedaría mejor, pero no estoy convencido que tanto tratamiento de frio/calor no
influya posteriormente en el sabor. Pasamos un chuchillo liso por el borde para
despegar el chocolate del molde y soltamos el aro, y ya tenemos una tarta
espectacular. La decoración os dejo a vosotras que lo hagáis como mejor os
parezca siempre pensando en cosas de chocolate.
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