¿Te gustaría poder defender tus
decisiones y derechos sin asaltar los de los demás?
Si
tu respuesta es sí, es que
quieres aprender a actuar asertivamente.
La asertividad es una habilidad social
que está muy de moda y consiste en aprender a defender tus decisiones ante
otros sin hacer de menos las suyas, sin considerar ese momento como una guerra y,
aceptando que habrá personas a las que no les gustará tu modo de actuar.
¿Por qué habrá gente a la que no le
gustará mi actuación si es la correcta?
Esta
pregunta se la hacen muchísimas personas en terapia, porque lo que más cuesta
aceptar de actuar asertivamente es que habrá muchas personas que no estén de
acuerdo tu forma de proceder.
Para
daros la razón de este fenómeno voy a utilizar un ejemplo, ya que es muchísimo
más fácil de entender de esta manera: Laura es una chica que siempre ha dicho
que sí a todo lo que le pedían sus amigos y sus familiares. Si estaba
estudiando uno de sus exámenes más difíciles y su madre le pedía, por favor,
que fuera a comprar ella lo hacía porque decirle que no no era una opción.
Si
estaba en su día libre y su hermano le pedía que le llevara de compras y al
cine ella siempre decía que sí. Si su mejor amiga le pedía 50 euros, a pesar de
haberle costado muchísimo ahorrarlo y tener pensado gastarlos en un concierto
que le apetecía un montón, Laura
contestaba que, por supuesto, se lo prestaba.
El dejar de lado sus deseos por
satisfacer los de otros fue haciendo mella en Laura y decidió ir a un gabinete
psicológico porque se sentía constantemente enfadada. No le apetecía estar
con las personas que hasta ahora pertenecían a su círculo cercano e, incluso,
empezaba a tener momentos de ira injustificados.
La
psicóloga le dijo que
parte de sus problemas consistía en que estaba dejando de lado sus deseos y
necesidades por contentar a los demás y que uno de los objetivos era
aprender a actuar asertivamente.
Aprendió técnicas asertivas y empezó a
practicarlas pero…, ¿por qué todo el mundo se enfadaba con ella? Muy sencillo:
Laura hasta ahora había cedido a todo lo que la pedían, y que de repente dijera
que no sin alterarse y sin ceder a los chantajes, decidiendo satisfacer sus
necesidades y aprendiendo a ser “egoísta” no era algo a lo que sus personas
cercanas estuvieran acostumbradas pero… ya aprenderán a estarlo, porque todo el
mundo puede hacer cambios en su forma de ser y actuar, tengan la edad que
tengan.
Si tu intención es aprender técnicas
asertivas,
vamos a ver algunas de las más efectivas en esta entrada, aunque aprender a manejarlas
correctamente lleva
tiempo y constancia, sabiendo que habrá situaciones en las que podrás
utilizarlas y otras en las que habrá menos oportunidades.
Recuerda: se actúa asertivamente, no se
es asertivo. Dicho esto, comencemos la lista de herramientas para desarrollar
esta habilidad:
Disco rayado
Consiste
en repetir tranquilamente las palabras que expresan nuestros deseos tantas
veces como la otra persona repita su petición.
Tenemos que elegir un mensaje y
mantenerlo hasta que la otra persona deje de insistirnos y, aunque desespera
bastante, tanto para la persona que está dando el mensaje como para la que lo
recibe, es una de las mejores técnicas, ya que no existe lugar para la
equivocación en el mensaje que queremos transmitir.
Además
es la técnica más efectiva para las personas que antes actuaban agrediendo o
aceptando y ahora están aprendiendo esta estrategia comunicativa.
Banco de niebla
Es
bastante parecida a disco rayado, ya que mantienes un mensaje pero incluyendo la posibilidad, ante
la persona que no está haciendo una petición o criticando, de que haya parte de
verdad en lo que dicen.
Esto
no significa darle la razón o perder la nuestra, sino aceptar que hay dos puntos de vista y que ninguno es
mejor que otro. De esta forma la otra persona no se sentirá atacada y
nosotros seguiremos manteniendo nuestra postura.
Autorrevelación
Esta
técnica consiste en dar a
conocer aspectos positivos y negativos de nuestra personalidad, nuestro
comportamiento y nuestro estilo de vida.
Su objetivo es favorecer la
comunicación con los otros, descubriendo características nuestras que puedan
facilitar el conocimiento de nuestra forma de ser y actuar a los otros, por lo que habrá
menos posibilidades de que nos intente manipular, ya que tanto nosotros como
los otros somos conscientes de hasta dónde llegan los limites.
A
continuación os muestro un ejemplo de conversación en la que podéis observar las
técnicas asertivas que hemos visto anteriormente.
(Lucía le pide el coche a su
madre y esta última va a ser quién practique la utilización de las técnicas,
ya que antes cedía ante todas las peticiones de su hija)
L:
Mamá, ¿me prestas esta noche el coche? Voy a una fiesta en Avenida de América y
luego no tengo como volverme.
M:
Lo siento Lucía, no te lo
voy a prestar (Disco Rayado)
L:
Mamá, por favor, que no tengo como volverme…
M:
Seguro que encuentras
alguna forma de volverte, yo no voy a prestarte el coche (Disco Rayado)
L:
Mamá… ¿De verdad no vas a prestarme el coche?
M:
De verdad no voy a
prestárlo.
L:
Mamá, como estás, tú antes
no eras así y me dejabas el coche habitualmente…
M:
Puede ser que tengas razón y antes no fuera así, pero no voy a prestarte el coche (Banco de Niebla
y Disco Rayado)
L:
Me molesta mucho que no me
prestes el coche porque yo te quiero mucho y haría lo que me pidieras.
M:
Muchas gracias, estoy
segura de que harías todo por mí, pero no voy a prestarte el coche
(Autorrevelación y Disco Rayado)
L:
Antes siempre me prestabas el coche y ahora eres muy dura conmigo…
M:
Sí, es verdad, antes era muy blanda y ahora no soy tanto. Puede que tengas razón (Autorrevelación y Banco de Niebla)
L:
Bueno, no estamos para hablar de lo que eres o no eres, sino para que me dejes
el coche… ¿Me lo dejas o no?
M:
No, no te voy a dejar el
coche (Disco Rayado)
L:
Bueno, pues nada, me parece fatal que no me lo dejes, pero estoy harta de pedírtelo, ya que me buscaré
la vida…
Espero
que esto te ayude a actuar de manera más asertiva.
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