La
danza del vientre, es una de las formas más antiguas de prepararse para dar a
luz, para tener partos más rápidos y menos dolorosos. Este tipo de movimientos
han sido practicados durante siglos por las mujeres para preparar sus cuerpos
para la maternidad. Aporta muchos beneficios a las mujeres encinta, ya que
fortalece todos los músculos que van a participar en el momento del parto.
El ejercicio ayudará a la futura mamá a
mantener el cuerpo más fuerte. Ayudará a fortalecer huesos y músculos. De esta
manera aparecerán menos problemas en las articulaciones, los tendones,
intestinos, estómago y especialmente la circulación que se ve muy afectada de
forma negativa durante el embarazo. Además, ayudará a mantener un peso normal y
no subir más de lo que se debe.
Se
recomienda a las mujeres embarazadas que practiquen danza del vientre e incluso
antes de saber que están en cinta, pues te puede servir para regular la
menstruación, eliminar dolores, prevenir problemas de ovarios o bloqueos
sexuales.
Cuando bailas estás fortaleciendo los músculos
para que puedan sujetar mejor el feto durante todo el embarazo, para evitar
problemas de desprendimiento, y también elimina ansiedad y favorece el buen humor.
Cuando
se practica danza se trabajan sobre todo los músculos del perineo, del bajo
vientre, los abdominales y también los torácicos, con lo que refuerzas también
la capacidad torácica. Estos músculos del suelo pélvico,
que son los que se utilizan en el parto, no se usan normalmente, y por tanto,
se pueden atrofiar. Al bailar se utilizan y adquieren más elasticidad y
flexibilidad, con lo que a la hora de dar a luz son mucho más elásticos y
flexibles y la dilatación es mucho más rápida.
Con
la danza se utilizan también los glúteos y se fortalece mucho la zona del
sacro, con lo que hay una disminución muy grande de lumbalgias. La postura básica de la danza oriental te ayuda a mantener la postura,
a fortalecer todo lo que son los músculos del perineo, del abdomen y de la
parte del sacro, para que a la hora de estar embarazada no se utilice la
espalda de apoyo, porque las embarazadas tendemos mucho a usar la espalda como
apoyo debido al peso que se siente delante, con lo que las lumbalgias y
sacralgias están a la orden del día.
Además,
con este baile se utilizan también mucho las piernas, con lo que se producen
menos problemas de varices, de trombosis o de edemas
Bailar durante el embarazo no tiene, en
principio, contraindicaciones, aunque hay que hacerse una revisión médica y tener
en cuenta que la placenta esté bien enganchada, que no haya peligro de aborto y
que el feto esté bien cogido. La mujer cuando está embarazada no está impedida, por eso es necesario
que también practique actividades físicas, siempre y cuando el embarazo se esté
produciendo de manera normal y su médico no le recomiende lo contrario.
La danza del vientre es suave y de bajo
impacto, por lo que es un muy seguro ejercicio durante el embarazo. Lo bueno de
este tipo de danza es que todos los movimientos se pueden hacer con extrema
suavidad, y adaptarse a los diferentes trimestres del embarazo:
Primer
Trimestre
El inicio debe ser muy suave, y no subir en
exceso la temperatura corporal. Trabajar la postura, ya que después será
fundamental para no sufrir lesiones de espalda con el peso del bebé.
Uno
de los mejores ejercicios que se hacen con la danza del vientre son los
abdominales. Aunque puede parecer extraño, siguen estando bajo la tripa y es
muy beneficioso trabajarlos, eso sí, siempre con suavidad. Si la mamá nota
mareos o molestias lo mejor es dejarlo y consultar con el médico.
Segundo
Trimestre
Son
imprescindibles, los movimientos suaves. Y aquí la postura es vital. Hay algunos ejercicios pélvicos que las matronas aconsejar (muchas
matronas enseñan ejercicios que de hecho son utilizados en la danza del
vientre). Es recomendable usar un sujetador deportivo para embarazadas.
Tercer
Trimestre
En
este caso los abdominales ya no son adecuados, el vientre ha crecido mucho y
podría suponer riesgos para el bebé. Pero los movimientos
suaves, favorecen que el bebé se siente arrullado por la música dentro del
vientre materno, lo que disminuye y alivia las situaciones de estrés y
ansiedad.
Algunos
médicos y matronas, recomiendan su práctica entre las embarazadas. Desde la
experiencia de una comadrona, “se pueden controlar las rotaciones del neonato
en el momento del alumbramiento, así como se puede acortar el tiempo de
dilatación, ya que ésta se lleva a cabo en menos tiempo y de forma más
adecuada, como también un control mayor del dolor”. Y en
hospitales, como el Hospital Quirón de Madrid, ofrecen dentro de los cursos de
preparación al parto, un apartado especial que contempla la danza del vientre
como un elemento más, junto a la práctica del pilates o el yoga.
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