Deténgase
un momento a pensar lo rico que eres como persona. Luego, da un paso adelante
para vivir y disfrutar de los beneficios que puedes obtener de toda esa inmensa
riqueza que Dios te ha dado.
Piensa en que estás vivo y que eres consciente de que
estás viviendo en un universo lleno de abundancia. Esto vale más de lo que
puedas imaginar. No existen límites para todo lo que puedes hacer con toda esa
riqueza.
Piensa
en todo lo que puedes aprender, explorar, conocer, construir y crear con toda
esa riqueza que Dios te ha dado.
Riqueza en amor, dinero, salud, familia, espíritu,
amigos, trabajo, bienes materiales, conocimientos, inteligencia, habilidades,
destrezas, sueños, recuerdos, etc.
Es
posible que en un área de tu vida pudiera faltar algo de esa riqueza, pero esta
se puede compensar en otras áreas para superar ese déficit. En cada problema o
desafío puedes encontrar mucha riqueza y energía que ayudarán a que tu vida
evolucione mas allá de lo que piensas.
Vivir
con éxito es solo cuestión de apreciar y utilizar lo que tienes. Así que
siente el inmenso poder y el valor de todo lo que tienes, antes de seguir
adelante.
Reflexiona al respecto. Tu hoy eres una persona
verdaderamente rica, y ya te has dado cuenta de ello.
Ahora que eres consciente debes disfrutar y sacar
provecho de esa riqueza. No
olvides darle gracias a Dios por ello.
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