Clave del éxito de Bill
Gates, Jack Ma y Elon Musklos
Bill Gates, Jack Ma y Elon
Musk: los tres siguen la
regla de las cinco horas
El concepto, acuñado por el emprendedor Michael Simmons,
es muy simple: las personas exitosas siempre “reservan al menos una hora al día
(o cinco horas a la semana) durante toda su carrera para actividades que pueden
clasificarse como prácticas deliberadas de aprendizaje”.
Benjamín Franklin, el
científico, inventor y padre fundador de Estados Unidos, famoso por su
productividad y éxito, fue un pionero en la aplicación de esta regla, según
Simmons. “A lo largo de la vida adulta de Ben Franklin, constantemente invirtió aproximadamente una hora
al día en el aprendizaje deliberado. Llamo a esta regla de Franklin de
cinco horas: una hora al día en cada día de la semana”, escribió.
“El primer americano”,
como era apodado Franklin por su infatigable campaña por la unidad colonial, dedicaba las primeras horas de
la mañana al aprendizaje. Leía y escribía, principalmente, y hasta llegó a crear un club para
“artesanos y comerciantes ambiciosos con la misma mentalidad, que
esperaban mejorarse a sí mismos mientras impulsaban a su comunidad”. También se
dedicaba a formular preguntas reflexivas cada mañana y tarde.
Las mentes más brillantes del mundo aplican esa regla,
incluso en la vida frenética de la actualidad.
Empresarios y líderes,
como Bill Gates, Barack Obama, Warren Buffett, Oprah Winfrey, Elon Musk y Jack
Ma, pasan su tiempo libre aprendiendo.
En la mayoría de los
casos, la actividad a la
que se dedican es la lectura.
Otros aplican la regla de
las cinco horas en actividades distintas de la lectura, aunque siempre con el
objetivo de mejorar su aprendizaje.
El fundador y CEO de
Twitter Jack Dorsey y el CEO de LinkedIn Jeff Weiner son conocidos por tomarse un tiempo durante el día
para reflexionar y meditar, algo que los ayuda a tomar mejores
decisiones en sus negocios.
Además de leer y
reflexionar, esas cinco horas también pueden usarse para experimentar. De hecho, Jack Ma
destacó la importancia de esa actividad porque permite llevar el conocimiento aprendido a la vida real y
a los negocios. La ventaja es que los experimentos muestran lo que está
funcionando, permitiendo
aprender de los errores. Además, la experimentación no consume tanto
tiempo.
No se trata solo de lo
anecdótico. Numerosos estudios respaldan la eficacia de los hábitos adoptados
por estos millonarios y líderes. Thomas Corley, autor del libro Hábitos ricos: los hábitos de éxito diarios de
las personas adineradas, analizó durante cinco años las rutinas de más de 200
millonarios de todo el mundo y halló, por ejemplo, que no ven televisión.
En cambio, un 86% sí
afirmó pasar el tiempo leyendo y no solo por diversión. Además, el 63%
indicó que escucharon audiolibros durante el viaje diario de la mañana a la
oficina. Resultados que no dejan dudas: el aprendizaje continúo es la clave del
éxito.
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