Aprendamos a expresarnos...
¿No es extraño?
Cuando el otro no acaba su trabajo, digo que es perezoso.
Cuando yo, no acabo mi trabajo, es que estoy demasiado ocupado.
Cuando el otro habla de alguien, es maledicencia.
Cuando lo hago yo, es crítica constructiva.
Cuando el otro defiende su punto de vista, es un tozudo.
Cuando yo defiendo mi punto de vista, tengo firmeza.
Cuando el otro no me habla, es una afrenta.
Cuando yo no le hablo, es un simple olvido.
Cuando el otro necesita mucho tiempo para hacer cualquier
cosa, es lento.
Cuando yo necesito mucho tiempo para hacer cualquier cosa, soy cuidadoso.
Cuando el otro es amable, algo está tramando.
Cuando yo soy amable, soy maravilloso.
Cuando el otro ve los dos aspectos de una cuestión, es
oportunista.
Cuando yo veo los dos aspectos de una cuestión, soy inteligente.
Cuando el otro es rápido haciendo cualquier cosa, es
negligente.
Cuando yo soy rápido haciendo cualquier cosa, soy hábil.
Cuando el otro defiende sus derechos, es un egoista.
Cuando yo defiendo mis derechos, demuestro tener carácter.
Cuando el otro hace cualquier cosa sin que se le pida, es
un entrometido.
Cuando yo hago cualquier cosa sin que se me pida, tengo iniciativa.
Pues sí que es extraño...
¿No es extraño?
Cuando el otro no acaba su trabajo, digo que es perezoso.
Cuando yo, no acabo mi trabajo, es que estoy demasiado ocupado.
Cuando lo hago yo, es crítica constructiva.
Cuando yo defiendo mi punto de vista, tengo firmeza.
Cuando yo no le hablo, es un simple olvido.
Cuando yo necesito mucho tiempo para hacer cualquier cosa, soy cuidadoso.
Cuando yo soy amable, soy maravilloso.
Cuando yo veo los dos aspectos de una cuestión, soy inteligente.
Cuando yo soy rápido haciendo cualquier cosa, soy hábil.
Cuando yo defiendo mis derechos, demuestro tener carácter.
Cuando yo hago cualquier cosa sin que se me pida, tengo iniciativa.
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