William Shakespeare le puso un nombre
curioso a su obra más breve: "La
comedia de las equivocaciones".
Título que se le puede aplicar a la vida de las personas inconscientes con un cambio: "El drama de las equivocaciones".
¡Y qué dramas! Hay personas que a cada error le suman otros más en una cascada sorprendente de insensatez.
Son dramas que nacen de no usar la cabeza, no darse tiempo, no buscar guía y abrir un nuevo ciclo sin cerrar primero otro.
Un caso típico es el de aquel que está en una relación frágil o muerta y se embarca en otra paralela.
De allí nacen cantidad de conflictos casi siempre mal resueltos con los hijos y los familiares.
Pero falta la tapa de la olla: Esas equivocaciones se coronan con la peor: un embarazo no esperado en la nueva relación.
Estas cadenas de errores son frecuentes y solo se evitan con un despertar de conciencia.
Título que se le puede aplicar a la vida de las personas inconscientes con un cambio: "El drama de las equivocaciones".
¡Y qué dramas! Hay personas que a cada error le suman otros más en una cascada sorprendente de insensatez.
Son dramas que nacen de no usar la cabeza, no darse tiempo, no buscar guía y abrir un nuevo ciclo sin cerrar primero otro.
Un caso típico es el de aquel que está en una relación frágil o muerta y se embarca en otra paralela.
De allí nacen cantidad de conflictos casi siempre mal resueltos con los hijos y los familiares.
Pero falta la tapa de la olla: Esas equivocaciones se coronan con la peor: un embarazo no esperado en la nueva relación.
Estas cadenas de errores son frecuentes y solo se evitan con un despertar de conciencia.
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