Según el mito, Prometeo fue un gran
benefactor de la humanidad al recuperar el fuego de los dioses.
Zeus se los había quitado y Prometeo lo
trajo de nuevo, al igual que las artes tan necesarias.
Por eso
Zeus lo castigó a estar atado a una roca en la que un águila se le comía el
hígado cada día.
Como
era inmortal volvía a tener el hígado y el águila se lo volvía a devorar, y así
día tras día sin parar.
Prometeo eres tú cuando enciendes en
otros el fuego del amor, de la fe o de la esperanza.
Elige
sembrar lo mejor unido siempre a Dios.
Huye de
una fe en la que rezas y obras mal, es una burla a Dios y un engaño que solo
trae dolor.
Es increíble ver a tantos que dicen
"creo en Dios" mientras roban, matan o traicionan. ¡Qué despropósito!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios