Por allá en 1605 el emperador mogol Sha Jahan conoció en la India a su
amada Arjumand en un bazar donde ésta vendía cristales.
Admirado por su belleza la convirtió años después en su
esposa y ella pasó a llamarse Mumtaz Mahal, o sea, elegida del palacio.
Se amaron con el alma, vivieron el uno para el otro muchos años y ella le dio 13 hijos.
El Shah la colmaba de regalos, detalles, flores y
joyas hasta que ella murió en un parto en el año 1630.
Fiel al deseo de Mumtaz su amado esposo decidió construir un mausoleo
que inmortalizara su relación.
Veinte mil personas trabajaron en la obra durante 22 años y nos dejaron una poesía en mármol blanco.
Esta maravilla arquitectónica es única y es un canto al amor de una
pareja y de todos los que aman de verdad.
Es bueno recordarlo porque el verdadero amor sí existe, aunque
no lo crean los escépticos ni los falsos.
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