EL PAPA FRANCISCO DIJO QUE TENEMOS NECESIDAD DEL PERDÓN DE DIOS

• El Señor llama a la puerta de nuestro corazón. ¿Quizás hemos colocado un pequeño cartel que dice: “No molestar”?
• Nos cuesta un poco confesar nuestros pecados, pero nos da paz. Somos pecadores y tenemos necesidad del perdón de Dios.
• La santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer las ordinarias con amor y con fe.
• El cristiano es necesariamente misericordioso: la misericordia es el centro del Evangelio.
• Un cristiano nunca puede ser aburrido o triste. Quien ama a Cristo es una persona llena de alegría, y que irradia alegría.
• Una semana inolvidable en Río. Gracias a todos. Recen por mí. 
• Hay mucha indiferencia ante el sufrimiento. Esta indiferencia debe ser contrastada con actos concretos de caridad.
• Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco.
• Jesús no es sólo un amigo. Es un maestro de verdad y de vida, que nos revela el camino de la felicidad.
• Pidamos por la paz, y busquemos construirla, comenzando desde casa.
• Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz.
• El amor de Dios no es algo abstracto o genérico; el amor de Dios tiene nombre y rostro: Jesucristo.
• Nadie es más paciente que Dios Padre. Nadie comprende y sabe esperar como Él.
• La fe no es algo decorativo, ornamental. Tener fe significa poner realmente a Cristo en el centro de nuestra vida.
• Señor, enséñanos a salir de nosotros mismos. Enséñanos a ir a la calle y dar a conocer tu amor.
• Toda la historia de la Salvación es la historia de Dios que busca al hombre, le ofrece su amor y lo acoge con ternura.
• A veces sabemos lo que debemos hacer, pero nos falta el ánimo. Aprendamos de María saber decidirnos, con la confianza puesta en Dios.
• Pido a todas las parroquias y comunidades católicas que en este fin de semana dediquen una oración especial por los cristianos iraquíes.
• Todos somos pecadores. Dios nos perdona con un derroche de gracia, misericordia y ternura.
• Contemplemos la humildad del Hijo de Dios, que ha nacido pobre. Imitémosle compartiendo con los más débiles.
• La misericordia es lo único que puede salvar al hombre y al mundo del pecado y del mal.
• Pidamos al Señor esta gracia: que nuestro corazón sea libre y luminoso, para tener así la alegría de los hijos de Dios.
• Somos vasijas de barro, frágiles y pobres, pero dentro llevamos un gran tesoro.
• En este período de crisis es muy importante no encerrarse en uno mismo. Es necesario abrirse, tener detalles con los demás.
• Vivir como verdaderos hijos de Dios significa amar al prójimo y acercarnos a quien está solo y en dificultad.
• Queridos jóvenes, sé que muchos de ustedes están aún de camino a Río. Que el Señor les acompañe durante el viaje.
• Seguir a Jesús significa ponerlo en primer lugar, despojándonos de tantas cosas que ahogan nuestro corazón.