Aforismo
es una declaración u oración que pretende expresar un principio de manera
concisa, coherente y en apariencia definitiva.
¡Vanidad! Eres en este mundo la fuente del vino, donde
el rey celestial viene a beber.
El hombre que se
refugia en un mundo de drogas que le facilita la ocasión de olvidarse de sí
mismo, tiene la vanidad en lugar preferente, por ser uno de los estupefacientes
más sutiles conocidos. No en vano las Escrituras Sagradas dice: "Vanidad
de vanidades, todo es vanidad...". Venimos a beber de este vino durante
nuestra existencia. Humildad, piedad, compasión, filantropía, se visten de
vanidad en la vida del hombre, cegándole y cerrando en falso la herida causada
por la ignorancia. Seamos conscientes, atentos, despiertos, para que la vanidad
no se instale en nosotros bajo el disfraz de virtud y la mostremos con
satisfacción irresponsable.
El
dinero es, al mismo tiempo, bendición y
maldición. Transforma amigos en
enemigos y enemigos en amigos. Quita y da ansiedad a la vida.
El color dorado de la
Sabiduría es, como el oro, metal noble codiciado por los hombres, que todos deseamos
poseer. Noble es el afán de atesorar todo cuanto brilla y tenga ese color,
aunque su apariencia no parezca ser así. El problema está en la posesión
equivocada, porque la tendencia material tiende a estancar lo que debería
fluir. Entonces, la posesión es maldita en sí misma, corrompiendo al poseedor y
a sus supuestos beneficiarios, que ven así frustradas sus esperanzas. La
riqueza estancada no es poseída, sino que nos posee, actuando como un corrosivo
que destruye el entendimiento y apaga la consciencia del pretendido dueño. La
verdadera riqueza consiste en el dominio del cuerpo, sentimientos y
pensamientos, dando al hombre las 7 llaves de la puerta del Reino Interno. Ante
ese hombre se inclinan los reyes de los cuatro puntos cardinales y les ofrecen
sus tesoros más preciados.
¡Mi
querido ideal! ¿Cuando te busqué en la
tierra, no te reías de mi en el cielo?
Los ideales humanos
son como la leyenda del pájaro de la felicidad, inalcanzable, al volar desde un
árbol a otro sin permitir su prisión. Ponemos el ideal en la hermosura física,
en la salud, dinero, en cualquier clase de posesión. No es malo tener cosas,
pero no es suficiente; en sí mismo es pobreza. Un ideal es una ilusión que
parece inalcanzable, pero que seguimos con fé, creyendo poder tomarlo, pero él
no estará nunca en nuestras manos. Si alguien dice que realizó su ideal,
pensemos que si lo alcanzó no es en absoluto un ideal. Los ideales pertenecen
al mundo astral y están en otra dimensión. Tened ideales y seguidlos, porque
ayudan a darle sentido y valor a la vida, nos perfecciona y aportan convicción
en un mundo más justo.
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