Puedes
esperar lo mejor cuando cuidas tu paz interior, y lo peor si y te dominan los
instintos y pierdes la calma.
Ahora bien, si te sosiegas y te reconoces, vuelves a lo esencial y no
te desgastas en asuntos de poca importancia.
Hoy es un día para recuperar la rectitud, ser constante y no
irritarte contigo mismo y con los demás.
Hoy es
un día de luz si abandonas posturas ambiguas y decides defender tu autenticidad.
Ganas
paz y armonía con la paciencia y sufres mucho si a cada instante encuentras
pretextos para discutir o pelear.
Tu
misión es la del bombero que extingue el fuego,
no la de aquel que lo atiza con su agresividad.
Por eso practica lo que un sabio le recomendó a una persona
prisionera de su ira:
"Relájate cada día y repite con fe esta breve oración: "Señor, Tú siempre me das paz".
Un
excelente consejo.
"Relájate cada día y repite con fe esta breve oración: "Señor, Tú siempre me das paz".
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