Cuando
alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz.
El tema de hoy es un tema que muchos considerarán
intrascendente, pero sin embargo y en lo personal nos parece de gran
importancia y valor. Valioso
e importante para nuestro caminar por la vida, para nuestro trato con los
demás, para nuestro beneficio y hasta para nuestra salud.
La risa y la sonrisa. Según una terapeuta que realizó
estudios en los Estados Unidos relativos a los beneficios de la risa para la
mente y el cuerpo humano, así como las
terapias adicionales a la misma, tales como la respiración consciente, la
expresión corporal, el canto y la
conversación eran factores importantísimos, aparte de un signo externo de alegría, para prevenir las
enfermedades cardiovasculares, calmar los dolores físicos, regular el sistema
nervioso y aliviar el estrés.
No sabemos qué es lo que pensarán los médicos al respecto
pero lo que si sabemos todos
es que reír es algo que nos deja el alma aligerada, que es una sensación
extraordinaria de bienestar y gozo que como algo mágico nos transporta
un poco a nuestros tiempos infantiles y por eso el reír rejuvenece. Si, el reír
rejuvenece... ¡y qué poco reímos!.
Al sentirnos adultos nos revestimos de una gran
austeridad y de una propiedad tan seria y formal que vamos olvidando poco a poco lo que es el reír y
podemos decir que pasan días y días sin que la risa vigorice nuestra
personalidad y alegre nuestra existencia y la de los demás. Ceño
fruncido, mirada torva y reconcentrada, gesto adusto, labios apretados... eso
hace daño al corazón y al espíritu.
La Madre Teresa de Calcuta solía decir: "Familia que
reza unida, permanece unida" y estamos de completo acuerdo pero también
nos atrevemos a decir que : "Familia
que ríe unida, permanece unida"
Y
reírnos un poco de nosotros mismos es el
mejor antídoto para sobrellevar con buen ánimo todos nuestros errores y fallas
que como seres humanos tenemos. Es cierto que no siempre hay motivos
para reír, pero de lo que no podemos prescindir es de la sonrisa. La sonrisa no es carcajada, es
algo más sutil, es como dice de ella Martín Descalzo:- "Si yo
tuviera que pedirle a Dios un DON, le pediría que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es
lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de la expresión humana. Debe
ser, por ello, muy fácil
enamorarse de personas que poseen una buena sonrisa. Y ¡qué afortunados
quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor
maravilloso!".
Cuando
alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz, de equilibrio interior,
de dulzura y de amor. Quién sabe amar sonríe fácilmente.
Las personas amargadas, egoístas, envidiosas, no saben
sonreír. y mucho menos si son orgullosas. Reír es bueno para la salud porque la
alegría es cosa sana y provechosa. Sonreír es ir derramando un haz luminoso de calor y ternura para los
demás, es como un destello del mismo Dios que brota como agua fresca
para las almas sedientas que se nos acercan.
Que
nuestra sonrisa no sea un gesto forzado, sino algo espontáneo y natural que
dará a nuestra personalidad un relieve maravillosamente profundo y humano.
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