La
leche materna es el alimento más completo que se puede ofrecer al bebé, además
de proporcionar no pocas ventajas a la madre. Estas son las principales razones
por las que se aconseja prolongar la lactancia natural durante el máximo de
tiempo que sea posible.
Aumenta
las defensas del bebé. A través, de la leche, la madre proporciona al
niño sus propios anticuerpos, lo que le ayuda a reducir el riesgo de
infecciones respiratorias, la otitis y otras dolencias habituales en la
infancia.
Evita
las alergias. La lactancia protege al niño de las proteínas que provocan
distintas alergias, reduciendo el riesgo de sufrir molestias digestivas
relacionadas con ellas y otros problemas como dermatitis, asma, etc.
Ayuda
a prevenir el cáncer de mama. También la madre se beneficia de la
lactancia, ya que las mujeres que dan pecho a sus hijos pueden reducir hasta la
mitad el riesgo de sufrir esta enfermedad.
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