Durante ciento cincuenta millones de años las criaturas más difundidas de la Tierra fueron ciertos grandes reptiles conocidos vulgarmente por el nombre de «dinosaurios». Los más grandes de entre los reptiles terrestres de esta especie pueden que pesen hasta 85 toneladas . Los grandes ictiosaurios y plesiosauros dominaban el mar mientras que los pterosaurios surcaban los aires con gigantescas alas de hasta 20 pies de envergadura .
Más tarde, hace unos setenta millones de años, se extinguieron todas esas monstruosas criaturas.
No de la noche a la mañana, pero sí en un tiempo bastante breve: digamos que un millón de años .
Otras formas de vida animal como los peces y los mamíferos y aves primitivas salieron indemnizadas, igual que la vida vegetal.
Acerca de esta extinción se han hecho diversas
conjeturas... pero son
sólo eso, conjeturas. A ciencia cierta nadie lo sabe.
Hay
quien piensa que se debió a un cambio del clima. Donde antes había un
mundo suave y apacible, con pantanos y mares poco profundos, surgieron ahora
montañas. El continente se
secó, los mares se hicieron profundos y las estaciones adquirieron un carácter
áspero y riguroso. Pero es difícil de creer que no quedaran regiones de
clima apropiado. Y, por otro lado, los mares no tenían por qué verse afectados.
Otros sugieren que quizá los mamíferos primitivos empezaron a alimentarse de los
huevos de dinosaurio acabando así con ellos. (Los reptiles marinos, en
cambio eran vivíparos.)
O
que quizá la Tierra se cubrió de nuevas especies de hierbas que desplazaron la
antigua vegetación, más blanda y jugosa. Puede ser que los dinosaurios
vegetarianos no tuvieran el tipo de dentadura necesaria para triturar esta
nueva especie de hierba más dura y que, al extinguirse aquellos, los
dinosaurios carnívoros, al no encontrar alimento, se extinguieran también.
Otra
posibilidad es que los dinosaurios a experimentar de pronto gran cantidad de
mutaciones. Como la mayoría de las mutaciones son para mal, es posible
que el excesivo número de dinosaurios tarados trajese consigo la extinción de
la especie.
Esta explicación ha despertado gran interés, pero ¿Por
qué un aumento repentino en el número de mutaciones?
Una de las causas de las mutaciones es la radiación muy
energética. La Tierra está
constantemente bombardeada por los rayos cósmicos, que podrían ser la causa de
las mutaciones que constantemente aparecen en organismos hoy día. La
tasa actual de mutación no es demasiado alta, pero imaginemos los que ocurriría
si, de cuando en cuando incidiese sobre la Tierra un chorro muy potente de
radiación.
K. D. Terry, de la Universidad de Kansas, y W. H. Tucker,
de la Universidad Rice, han
señalado que si explotase una supernova más o menos cerca del sistema solar, la
Tierra podría verse inundada de rayos cósmicos. Terry y Tucker estimaron
la frecuencia y distancia de estas explosiones y calcularon que cada diez
millones de años (por término medio) la Tierra podría recibir una dosis de
rayos cósmicos siete mil veces mayor que la actual. Puede ser que hace setenta
millones de años la Tierra sufriese una tal andanada de rayos cósmicos.
Pero en este caso ¿por qué afectó sólo a los dinosaurios y no a otras
criaturas? Quizá sí que las afectó, sólo que los dinosaurios estaban tan
especializados que eran mucho más vulnerables a las mutaciones que las demás
criaturas.
¿Y qué tipo de mutación pudo ser la decisiva? HK Erben, de la Universidad de Bonn, ha señalado recientemente que en los últimos períodos de existencia de los dinosaurios, los huevos que ponían eran de cáscara muy gruesa. Puede que esta anomalía sea consecuencia de una mutación. Al ser cada vez más difícil romper el cascarón, fue reduciendo cada vez más la tasa de natalidad. Entre esta mutación y otras similares se extinguió toda esta especie de magníficas criaturas.
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