Deja
de untar
En lugar de untar mantequilla o margarina en tu tostada o
tus sandwiches, trata de añadir... nada. Confía en nosotros, pronto te
acostumbrarás y cuando añadas mermelada, huevos rotos o lo que normalmente le
pongas al sandwich, realmente no la necesitarás de todas formas. Untar de
mantequilla una tostada puede añadir entre 50 y 100 calorías (dependiendo de la
cantidad), lo que significa que podría aportar más calorías que el propio pan.
Aligera
tu café
Mientras algunos cafés que puedes comprar en la calle son
más una comida entera que una bebida caliente, incluso un modesto café con
leche puede contener un número innecesario de calorías. Asumimos que te
mantienes bien alejada de los moccas con nata y cosas similares (¡Tienen hasta
550 calorías!), pero deberías cambiar la leche entera (aporta unas 300 calorías
en un café) por la semidesnatada (200 calorías) o, incluso mejor, leche
desnatada (menos de 100 calorías).
Deja
la mayonesa
No entendemos por qué casi todos los sándwiches que
compramos en la calle contienen tantísima cantidad de mayonesa. Además de
arruinar el sabor aumenta la grasa y las calorías considerablemente. 15 gramos
contienen 50 calorías, la mayoría provenientes de la grasa. En el futuro, hazte
tu propio sándwich y no le pongas mayonesa.
Aprende
a controlar las porciones
El aumento del tamaño de las porciones ha contribuído
enormemente a la epidemia de obesidad, y los menús enormes de los restaurantes
han empezado a tener influencia en las costumbres de las personas a la hora de
comer en casa. Por ejemplo, ¿sabías que una ración de pasta son 70 gramos, o un
vaso lleno? No parece mucho, pero cuando consideras que 100 gramos contienen
350 calorías, los beneficios de controlar las porciones y no repetir plato son
evidentes.
Cambia
los huevos revueltos por escalfados
Siempre recomendamos el consumo regular de huevos. Son
bajos en grasa y en calorías y altos en proteínas, lo que te ayuda a mantenerte
saciada por más tiempo. Pero ten cuidado con cómo los haces. Los huevos
revueltos, que la mayoría de nosotros cocinamos con un poco de mantequilla o
aceite, contienen alrededor de 200 calorías. Para reducirlas hasta 70, hazlos
mejor escalfados.
Cambia
las nueces por pasas
Los cacahuetes pelados y otros frutos secos similares son
deliciosos, pero es la última cosa que tu línea necesita. Sólo 50 gramos de
nueces contienen alrededor de 300 calorías y una gran cantidad de grasa (para
grasas saludables toma anacardos, avellana y almendras en vez de cacahuetes),
mientras que la misma cantidad de pasas contiene apenas 120. Si aún te apetece
tu ración de nueces, mézclalas con pasas, ya que así solo aumentarás las
calorías hasta 200.
Come
frutas no te la bebas
Todo se reduce a simples matemáticas, que demuestran que
los zumos de fruta son mucho más calóricos que la propia fruta. Un zumo de
naranja o manzana contiene 165 calorías, mientras que una naranja tiene 60 y
una manzana 45.
Abre
tu sandwich
Demasiados hidratos refinados significan un aumento de
peso, especialmente si no eres particularmente activa, así que asegúrate de que
cambias el pan por uno integral. Y para reducir las calorías aún más, opta por
los sandwiches abiertos. Perder una rebanada de pan te ahorra entre 90 y 100
calorías.
Cuidado
con el aceite
El aceite de oliva es muy bueno para tu salud (sólo
tienes que ver lo sanos que están todos los mediterráneos) ya que está lleno de
grasas insaturadas, o grasas 'buenas'. Pero el aceite contiene 120 calorías por
cucharada, así que si estás tratando de bajar algunos kilos, adereza tu
ensalada con zumo de limón y un poco de vinagre balsámico en lugar de aceite.
Quita
la grasa a la carne
Deberías elegir siempre carne magra, pero una forma fácil
de reducir las calorías de tu plato es quitar cualquier señal visible de grasa.
Esta regla se aplica en la grasa de la ternera, el cerdo, el cordero y el pato,
así como en la piel del pollo y el pavo.
Cuece
tus verduras
Freír tus verduras en aceite o mantequilla puede
parecerte sabroso, pero es la peor manera posible de cocinarlas si tratas de
mantenerte delgada y esbelta. Cocerlas está bien, aunque pierdes muchos de los
nutrientes y vitaminas. Para evitarlo, invierte en una olla a vapor que también
podrás utilizar para cocinar pollo y pavo.
Cubre
tus patatas con yogurt
En lugar de mayonesa o mantequilla altas en grasas y
calorías, cubre tus papatas asadas con yogur natural. Con alrededor de 50
calorías en 100 gramos de yogur, es mucho mejor para ti y además contiene
bacterias buenas para tu sistema inmunológico.
Termina
con las calorías líquidas
Negarte a incluir líquidos cuando cuentas las calorías
que consumes al día es uno de los errores más comunes. En lugar de bebidas con
gas, cambia al agua y ten cuidado con cuánto alcohol tomas. Un vaso de vino
blanco contiene unas 120 calorías.
Pizzas
sin carnes
Si vas a comprar o a hacer una pizza, no incluyas una
orgía de calorías y grasa y elige vegetales como los pimientos, las cebollas o
el maíz en lugar de pepperoni y otras carnes. Haz tu propia masa fina y no
abuses del queso, es la opción más saludable. También puedes echar por encima
chiles para mejorar tu metabolismo.
Sáltate
el pan
Es difícil de resistir cuando te acabas de sentar en un
restaurante y tu estómago está rugiendo, pero caer en el pan gratuito añade
unas innecesarias 100-200 calorías. Mejor bebe agua para asentar tu estómago y
aguanta hasta que sirvan los platos.
Pescado
no aceitoso
Los ácidos grasos omega-3 presentes en el atún y otros
pescados aceitosos son buenos para tu corazón y tu cerebro, pero asegúrate de
que los compras enlatados en agua mejor que en aceite de girasol o de oliva.
Mientras que el enlatado en aceite contiene 350 calorías, el enlatado en agua
tiene sólo 200.
Comparte
el postre
Está bien pedir postre de vez en cuando, todos debemos
darnos un capricho. Pero las porciones de los restaurantes son innecesariamente
grandes y puedes ahorrarte unas calorías (y unos euros) compartiendo el tuyo
con tu novio ¡Recuerda pedir dos cucharas!
Come
fruta fresca, no seca
La fruta secada es una gran fuente de energía, pero si lo
que buscas es reducir calorías, mejor que optes por la fresca. La fruta secada
(o escarchada) tiene más azugar y menos agua, mientras que un melocotón fresco
tiene sólo 75 calorías, el mismo peso en melocotón escarchado alcanza las 160.
Cambiar una ración de pasas por uvas te ahorrará 150 calorías.
Quita
las yemas
El desayuno debería ser alto en proteínas para
mantenerte saciada hasta la hora de comer, pero puedes ahorrarte muchos si
eliminas las yemas de los huevos y usas sólo las claras. Tres huevos revueltos
sin las claras te ahorran 180 calorías.
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