Para muchos, el rey de los caldos.
El caldo de gallina hoy en día es un modelo de negocio,
un concepto culinario.
La
receta reúne dos condiciones: tener una buena gallina, de preferencia la famosa
gallina negra o las gallinas de corral o chacra; y tener paciencia, mucha
paciencia.
CALDO
DE GALLINA SENCILLO
Esta receta nos sirve para usar el caldo en diversas
preparaciones.
Troceamos una gallina entera en 10 presas.
La hervimos a fuego muy lento por 1½ horas con un tallo
de apio, ½ cebolla, granos de pimienta y 2 ramas de cebolla china.
Una vez transcurrido ese tiempo, podemos darle a la
gallina y al caldo el uso que queramos: ya sea en un ají de gallina
(deshuesando la carne), en un aguadito o en un guiso de gallina.
SUPERCALDO
DE GALLINA COMO PLATO ÚNICO
Ponemos a hervir en agua durante una hora lo siguiente:
una gallina troceada en 10 presas, una cebolla cortada en dos, 4 ramas de apio,
4 ramas de cebolla china, 1 rodaja de kion, unos granos de pimienta y sal al
gusto.
Retiramos las presas, colamos el caldo y lo dejamos
enfriar, retirando la grasa de la superficie cuando esta se ponga dura.
Volvemos a hervir el caldo y echamos 4 papas amarillas
cortadas en dos y 200 gramos de fideos tipo tallarín (crudos) y dejamos que
hierva.
Cuando el fideo esté al dente echamos ½ taza de cebolla
china picada, regresamos las presas de gallina y damos otro hervor.
Probamos de sal, echamos gotas de limón y servimos con
más cebolla china picada aparte, rocoto picado aparte y canchita serrana.
En cada tazón colocamos un huevo duro que no esté muy
cocido, y listo.
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