La
canela siempre ha estado en nuestra alacena pero no sabíamos que era un
superalimento con cualidades muy beneficiosas para nuestro organismo.
La canela es un 'superalimento' de toda la vida que no
debería permanecer oculto en nuestra alacena para las ocasiones especiales.
Incorporarlo a nuestra rutina nutritiva es beneficioso para prevenir enfermedades, activar nuestro cerebro, calmar los síntomas del
resfriado e incluso
para ayudarnos a adelgazar, entre otras propiedades que iremos
desgranando a lo largo del artículo. Lo primero es saber de dónde viene esta
conocida especia, del árbol de la canela o canelo, Cinnamomum zeylanicum o
Cinnamomum verum, de hoja
perenne y originario de Sri Lanka del que se aprovecha la corteza
interna pelando y frotando sus ramas.
Habitualmente se consume en cantidades pequeñas, de ahí la importancia de
incorporarla a algún alimento que tomemos a diario, como por ejemplo el café. Su poder reside principalmente
en sus compuestos aromáticos. Los que están presentes en un mayor
porcentaje son el aldehído cinámico, el eugenol y el alcohol cinámico. En menor
medida encontramos el ácido trans-cinámico, el aldehído hidroxicinámico, el
aldehído o-metoxicinámico, el acetado cinámico y los terpenos linalol y
diterpeno, pero también taninos, mucílago y proantocianidinas. Todos ellos poseen propiedades
antiinflamatorias y antioxidantes. De hecho, la canela tiene mayores capacidades antioxidantes
que otros superalimentos como los arándanos y, por eso, se emplea también como
conservante natural.
En la medicina tradicional, la canela se ha usado para tratar enfermedades
respiratorias, digestivas y ginecológicas; sin embargo, actualmente su
uso está más extendido
como antiinflamatorio, regulador del metabolismo y estimulante de la función cognitiva. Según varios
estudios, este popular ingrediente que todos tenemos en la cocina es una gran aliada contra la
diabetes. En concreto, mejora la sensibilidad de las células a la
insulina y actúa sobre los niveles de glucosa en sangre. También nos ayuda a perder peso
compensando la ingesta de grasas, sustituyendo al azúcar en muchos platos y
evitando los antojos dulces.
La
canela también ayuda a la hora de prevenir enfermedades cardíacas porque
actúa sobre los niveles
del llamado colesterol malo LDL y los triglicéridos que causan
obstrucción en las arterias. Reduce
la presión sanguínea y, tal y como recuerda la Fundación Española del
Corazón, aporta el aroma y
sabor suficiente para disminuir la cantidad de sal y azúcar, más
perjudiciales para la salud. Otro de sus beneficios es que ayuda a poner en
marcha a nuestro cerebro y a tener más energía en general al estabilizar la
glucosa y mejorar nuestra
capacidad de respuesta motora y visual. Asimismo, tomarla en infusión calma síntomas del resfriado
común: despejando
las fosas nasales y frenando la mucosidad.
Según
la Fundación Española de Nutrición (FEN), la ingesta media diaria recomendada
es de 1 gramo. Su valor nutricional por 100 gramos es el siguiente:
Calorías: 44 kcal
Grasas totales: 3,2 g
Colesterol: 0 g
Proteínas: 3,9 g
Calcio: 1.228 mg
Hierro: 38,1 mg
Magnesio: 55,6 mg
Sodio: 26,3 mg
Potasio: 500 mg
Fósforo: 61,4 mg
Vitamina C: 38,5 mg
Vitamina A: 25,8 mg
El
peligro de la canela
Ya hemos dicho que conviene tomar una pizca de esta especia al día, pero es vital fijarse bien en la que compramos y no pasarse de cantidad para evitar el peligro desconocido de la canela. En nuestros supermercados existen dos tipos y una de estas variedades puede pasar factura al organismo. Tenemos por un lado la de Ceilán, procedente de Sri Lanka y el sur de India, que es la más apreciada y segura. No obstante, la más vendida y barata es la Cassia, que procede de China, Indonesia o Vietnam.
Es más probable que en tu especiero tengas esta segunda
variedad y se trata de la más peligrosa por contener un elevado porcentaje de
cumarina, mientras la primera apenas tiene trazas. Este compuesto aromático de
la canela, con un olor parecido
a la vainilla, puede ser tóxico para el hígado a partir de ciertas cantidades.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria fija el máximo en 0,1 miligramos por kilogramo de
peso corporal de la persona. Por ejemplo, alguien que pese 60 kilos podría tomar seis miligramos al
día con tranquilidad.
La experta en seguridad alimentaria Beatriz Robles
explica en su libro Come seguro comiendo de todo que "si la canela es
Cassia y asumimos que contiene una media de 3.000 miligramos de cumarina por
kilo (puede haber variaciones en esta concentración, pero es un dato realista),
con tomar dos gramos
diarios, el equivalente a una cucharadita de café, una persona de 60
kilos alcanzaría el límite". De ahí que la FEN fijase en una media de un
gramo diario la cantidad recomendada y saludable, desaconsejando por completo
que se abuse de la especia. Si
se consume en abundancia será mejor comprar la de Ceilán.
Cómo
tomar la canela
En el supermercado podemos hallar la canela en rama o molida aunque cada vez es más frecuente que también se comercialice en nuestro país para consumirla en infusión. Si optamos por esta última, tendremos que hervir agua durante dos minutos, introducirla y dejar reposar unos 10 minutos. Se recomienda tomarla antes de las comidas. Conviene ir acostumbrándose poco a poco a un uso diario de la especia porque, de lo contrario, podemos padecer efectos secundarios como somnolencia, sensación de tristeza o calambres. Hay que tener en cuenta también que aumenta el ritmo cardíaco y estimula el útero. Esto último la hace poco recomendable para embarazadas.
Grasas totales: 3,2 g
Colesterol: 0 g
Proteínas: 3,9 g
Calcio: 1.228 mg
Hierro: 38,1 mg
Magnesio: 55,6 mg
Sodio: 26,3 mg
Potasio: 500 mg
Fósforo: 61,4 mg
Vitamina C: 38,5 mg
Vitamina A: 25,8 mg
Ya hemos dicho que conviene tomar una pizca de esta especia al día, pero es vital fijarse bien en la que compramos y no pasarse de cantidad para evitar el peligro desconocido de la canela. En nuestros supermercados existen dos tipos y una de estas variedades puede pasar factura al organismo. Tenemos por un lado la de Ceilán, procedente de Sri Lanka y el sur de India, que es la más apreciada y segura. No obstante, la más vendida y barata es la Cassia, que procede de China, Indonesia o Vietnam.
En el supermercado podemos hallar la canela en rama o molida aunque cada vez es más frecuente que también se comercialice en nuestro país para consumirla en infusión. Si optamos por esta última, tendremos que hervir agua durante dos minutos, introducirla y dejar reposar unos 10 minutos. Se recomienda tomarla antes de las comidas. Conviene ir acostumbrándose poco a poco a un uso diario de la especia porque, de lo contrario, podemos padecer efectos secundarios como somnolencia, sensación de tristeza o calambres. Hay que tener en cuenta también que aumenta el ritmo cardíaco y estimula el útero. Esto último la hace poco recomendable para embarazadas.
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