¿Porqué hay gente a la que
aparentemente les da tiempo a hacerlo todo y otras personas van siempre
agobiadas sin tiempo para nada? ¿Es cuestión de tener una agenda apretada o se
debe a una mala forma de aprovechar el tiempo? En realidad se trata de una
combinación de ambas variables, siendo la segunda de ellas la más importante.
Tener una agenda apretada es
consecuencia de múltiples factores sobre los que en realidad no tenemos
demasiado control.
Tanto la genética como el aprendizaje son dos factores determinantes sobre la
persona que vamos a llegar a ser. Si eres una persona extrovertida tendrás una
gran vida social. Si has nacido con facilidad para los deportes, probablemente
hacer algo de ejercicio forme parte de tu rutina diaria. Si eres una persona
inconformista y con inquietudes culturales, quizá hayas decidido volver a
estudiar a pesar de disfrutar ya de un trabajo estable. Todo esto son meros ejemplos en cuanto al
componente genético.
La experiencia y el aprendizaje no son
menos importantes.
Ambos son factores que, al igual que la genética, difícilmente podemos
controlar o modificar. De la misma manera que no podemos elegir nuestros genes,
tampoco podemos escoger la
familia y la cultura en la que nacemos.
Además no podemos dejar de lado las
obligaciones que irán surgiendo en nuestras vidas que aunque surjan como consecuencia del
azar (accidentes, enfermedades, cargas familiares..etc.) también contribuirán a
ocupar nuestras agendas.
Más de uno se habrá llevado las manos a
la cabeza con mi afirmación anterior sobre la inamovilidad del aprendizaje. Por supuesto que el
aprendizaje es modificable, o mejor dicho, por supuesto que la conducta es
modificable a través de un reaprendizaje, y esto es algo que debe ser tratado
cuando existen patologías que supongan un problema en tu día a día.
Sin embargo, centrarme en esos
problemas no es el objetivo ni el enfoque que pretendo darle a este artículo y
doy por hecho que si lo estás leyendo es porque estás relativamente
satisfecha/o con tu vida.
Quiero pensar que te sientes conforme con tus genes y experiencias y tu única
intención es conocer nuevas técnicas para aprovechar mejor el tiempo sin
modificar la esencia de tu persona.
Cómo aprovechar el tiempo
Dejando
de lado los genes, el aprendizaje y la experiencia, voy a centrarme en el único factor sobre el que
realmente tenemos un 100% de control: La gestión del tiempo.
Al igual que aprendemos matemáticas, un
nuevo idioma o incluso a montar en bicicleta, la gestión del tiempo también se
aprende.
Entonces
… ¿cúal es la mejor manera de empezar a aprender?.
A continuación comentaré algunas de las
ideas más valiosas:
¿Porqué es necesaria una buena gestión
de nuestro tiempo?
En
mi caso la felicidad surge al embarcarme en multitud de proyectos diferentes
como pueden ser cursos, estudios, competiciones deportivas, escribir en un
blog, etc. Tener tantos
frentes abiertos me obliga a estructurar mi tiempo de manera que pueda
optimizarlo lo máximo posible y me permita finalizar cada uno de esos
proyectos.
Tan importante es el camino y el tiempo
invertido en desarrollar cada una de esas actividades como el hecho de
finalizarlas para poder acometer nuevas empresas. Empezar algo y abandonarlo antes de
tiempo no aporta ninguna satisfacción personal. Sin embargo pocas cosas ofrecen
una satisfacción mayor que proponerte un reto y cumplirlo.
4 razones para aprovechar el tiempo
1. Ganarás más tiempo para poder hacer
lo que realmente te gusta.
Cuando
hayas aprendido a estructurar tu tiempo, podrás disfrutar de 2 horas más de
tiempo libre cada día. Eso suponen 10 horas a la semana (de Lunes a Viernes) y
500 horas al año. Personalmente no entiendo en qué se basa el autor para hacer
el cálculo de las 2 horas. Sin embargo puedo decir de manera totalmente
objetiva que hace un par de años no me habría imaginado tener un trabajo a
jornada completa, estudiar una segunda carrera y poder hacer deporte a diario.
2. Tanto tu productividad como tus
ingresos aumentarán un 25%.
Si
consigues hacer en 6 horas lo que antes hacías en 8, eso supone un 25% de
incremento en tu productividad laboral. Haces lo mismo que antes en menos
tiempo. Por lo tanto, en un mundo ideal, lo que ganas por hora también debería
incrementarse un 25%. Si eres autónomo comprendes perfectamente este concepto.
Si
por el contrario, trabajas para terceros, tu jefe notará este incremento en tu
productividad y estará dispuesto a pagar por ello y si no, tarde o temprano
aparecerá otro jefe que sí lo esté. Por último, si eres funcionario este
concepto es difícilmente aplicable para ti, pero podrás emplear tu nuevo tiempo
libre en realizar trabajos como freelance.
3. Una buena estructuración de tu
tiempo provocará una reducción de tus niveles de estrés y un aumento de tu
energía.
Centrándonos
en el área laboral, el estrés puede surgir por varios motivos: tener que
procesar una gran cantidad de información en poco tiempo, presiones de nuestros
superiores, frustraciones, etc. El denominador común a todas esas situaciones
es una falta de control por nuestra parte. La situación escapa a nuestro
control y se genera la respuesta de estrés. Si nos esforzamos en tener el
tiempo bajo nuestro control, habrá menos posibilidades de que se produzca
alguna de las anteriores situaciones y por lo tanto el estrés aparecerá con una
frecuencia también menor.
4. Pasarás más tiempo con tus seres
queridos.
Puedes
invertir ese tiempo extra en quedar con algún amigo que hace tiempo que no ves
o incluso visitar a algún familiar. Sin ir más lejos hoy mismo me he levantado
a las 7 para ir a correr y luego más tarde a las 9 he ido a trabajar. A media
mañana me ha llamado mi madre. Mi abuela no se encontraba muy bien hoy y he
decidido hacerle una visita esta tarde. Gracias a que he hecho deporte esta
mañana, he tenido toda la tarde totalmente libre para pasarla en casa de mi
abuela.
Por
supuesto que aunque no hubiese corrido esta mañana, habría ido a visitarla de
todas formas pero me habría quedado sin hacer deporte hoy. Volvamos atrás un
momento. ¿Qué me ha permitido madrugar esta mañana para irme a correr?
Acostarme anoche a las 11 en lugar de estar hasta la 1 de la mañana tirado en
el sofá viendo la tele. Por lo tanto he cambiado esas 2 horas perdidas de 11 a
1 para poder hacer cosas más productivas y gratificantes al día siguiente. A mi
me merece mucho la pena.
Bryan Tracy nos explica que debemos
superar varias barreras psicológicas antes de poder cambiar el chip que nos
permita aprovechar el tiempo. A continuación explico algunas de estas barreras.
Barreras psicológicas que te impiden
aprovechar el tiempo
Barrera 1
Muchas personas confunden la
estructuración y la planificación con una vida cuadriculada y carente de
espontaneidad.
Sin embargo no hay nada más lejos de la realidad.
Las personas desorganizadas no son más
espontáneas, simplemente están confusas y reciben la vida en piloto automático. Sin rumbo fijo.
Quiero que tomes conciencia de que tú eres el guionista de la película de tu
vida. En tus manos está la decisión de convertir esa película en algo proactivo.
No reactivo.
Barrera 2
Es posible que desde pequeño hayas
recibido información sobre cuál es tu manera de ser. Si tus padres o
amigos siempre te han dicho que eres alguien desordenado, impuntual, serio
(como es mi caso) etc, al final acabarás asumiendo e interiorizando ese rol de
manera inconsciente hasta que llegue a formar parte indisoluble de tu persona y
forma de ser. Debes borrar esta “mala programación” y reprogramarte con una
información más cercana a tus metas y objetivos.
Barrera 3
Como consecuencia de la barrera
anterior surge un autoconcepto negativo y limitante acerca de nosotros mismos y
de nuestras capacidades.
Mucha gente pierde o malgasta el tiempo porque creen que no son buenos en
gestionarlo o aprovecharlo. Sin embargo esta creencia es tan sólo un
pensamiento. Una idea. No podemos dejar que esa idea nos limite en la
consecución de nuestros objetivos.
No existe nadie genéticamente mal
preparado para aprovechar el tiempo. Para demostrarlo nos propone un ejemplo
muy curioso y visual:
Si alguien te ofreciese un millón de euros por aprovechar al máximo tu tiempo
durante 30 días, seguro que una vez finalizado el periodo habrías logrado muy
buenos resultados gracias a esa gran dosis de motivación monetaria.
Si por el contrario te ofreciesen mucho
más dinero por llegar a correr una marathon en 2 horas y tuvieses todo un año
de preparación,
seguro que en algún punto del camino surgiría el factor genético y serías
consciente de la imposibilidad de tu objetivo. Sin embargo el único factor
limitante en la gestión del tiempo es nuestra motivación. Y la motivación surge
a partir de una creencia. Una idea. Cambia esa idea y cambiarás tu vida.
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