Vale la pena cada espina, cada
rosa, cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa, porque la vida es
maravillosa por ella misma; no importan las penas, no importa el desamor,
porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar.
Hay momentos que sentimos que todo está mal, que nuestras
vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un
pe
En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro
coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.
Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena
entusiasmarnos de nuevo,y sólo puedo contestar una cosa:
¡Hagamos que nuestra vida valga la pena!
Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el
corazón.
Vale la
pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al
levantarlas seré más fuerte de corazón.
Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis
sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.
Vale la
pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola
mirada puede llenar ese espacio vacío.
Vale la
pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.
Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han
pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.
Vale la pena voltear hacia atrás, porque así sé que he
dejado huellas en los demás.
Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una
oportunidad de volver a empezar.
Todo esto son sólo palabras, letras entrelazadas con el
único fin de dar una idea.
Lo demás, depende de cada uno de nosotros.
Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.
¡Hagamos
que nuestra vida valga la pena!.
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