Tú eres un ser de amor y celebrar bien
el nacimiento de Jesús te convoca a descubrir tu esencia, creer, esperar,
servir e iluminar.
Aquiétate,
sintonízate con Dios y toma conciencia de lo que celebras y vives en la Navidad.
Celebras el nacimiento de Jesús, un ser
que era el amor auténtico, la entrega total y la verdad plena.
Revives
la llegada al mundo de un ser puro en palabras, puro en pensamientos y puro en
acciones.
Era rico y nació pobre; era poderoso y
llegó débil; era el más grande y nació humilde; era Dios y se hizo hombre.
Vino a
enseñarte que tu misión
está en compartir, no en poseer; en servir, no en dominar; en convivir, no en
competir.
Tenlo presente para que el consumismo
no te asfixie y vivas estos días muy unido al Padre y a los demás.
Navidad
es vibra en el amor y la fe, es reconciliación y entrega, es paz y generosidad.
Navidad es Dios en tu corazón.
Jesús
de Nazareth te invita a practicar sus sabias enseñanzas:
-Mi único mandamiento es que se amen
los unos a los otros como yo los he amado.
- Si
solo amas a los que te aman, no haces nada de especial, lo mismo hacen los
“malos”.
-Ora
por lo que te hacen daño y no devuelvas mal por mal. Perdona y serás perdonado.
-No juzgues y no serás juzgado. Con la misma medida que midas
a los demás serás medido.
-Recuerda
que el Reino de Dios está
dentro de ti y aprende de Mí que no vine a ser servido, sino a servir.
-¿Por
qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo y no ves la viga que
tienes en el tuyo?
-Vengan
a Mí cuando estén fatigados y
Yo les daré descanso.
-Yo soy la Luz del mundo y el que me
sigue no camina en las tinieblas.
Sé tu luz del mundo con
tus buenas acciones
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