Los
tallos de la planta silvestre pueden tener un sabor desagradable y no deben
confundirse con los de la variedad cultivada, rastros de la cual se han
encontrado en tumbas del antiguo Egipto.
La planta tiene hojas dentadas y aromáticas y pequeñas
flores blancas. Sus pequeñas semillas marrones tienen el olor y el sabor
típicos de esta planta.
Partes empleadas
Semillas
Las semillas de la planta se cosechan en verano y otoño.
Las semillas contienen 1,5-3 por ciento de aceite
esencial, principalmente limonena. Las ftalidas presentes en el aceite
confieren el apio su olor característico. Las semillas contienen cumarinas,
flavonoides y furanocumarinas.
Usos medicinales
Tradicionalmente las semillas de apio se han usado para tratar el reumatismo.
Pruebas realizadas en 1998 confirmaron sus propiedades antiinflamatorias y
analgésicas. Esta planta es útil también para tratar la artritis y la gota,
quizá como resultado de su acción diurética, que tal vez ayude a eliminar las
toxinas asociadas con esas afecciones.
Las
cualidades diuréticas y antisépticas de las semillas justifican su uso
en el tratamiento de las cistitis y otras infecciones urinarias. Se dice
también que expulsan el aire atrapado y, por tanto, pueden remediar la
flatulencia.
Se cree que el apio hace descender la tensión arterial y
que calma la ansiedad y la tensión. Estudios publicados en Fitoterapia en 1985
documentan los efectos sedantes y antiespasmódicos de las ftalidas presentes en
el aceite esencial. El apio se ha usado también para reducir el azúcar en la
sangre, para la tos, bronquitis, asma, espasmos musculares, hipo y respiración
defectuosa.
Cultivo Siembre
las semillas en otoño o primavera. Escoja un suelo rico en nutrimentos y un
lugar sombreado.
Preparación y dosis
Contra
reumatismo, artritis, gota y trastornos digestivos
Extracto líquido Equivalente a 2000 mg de semilla seca,
tres veces al día.
Comprimidos, cápsulas Siga las instrucciones del
fabricante.
Infusión 1 cucharadita de semillas secas para una taza de
agua; deje que hierva 5 a 10 minutos antes de colar. Toma hasta 3 tazas al día.
Si persisten los
síntomas, consulte a su médico.
Precauciones
Se cree que las semillas de apio estimulan el útero. No
se recomienda, pues, para las embarazadas.
Tampoco es aconsejable para personas con trastorno renal
agudo.
Las furanocumarinas que contiene pueden inducir
sensibilidad a la luz solar.
El
apio puede provocar a veces reacción alérgica.
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