La
celulitis es uno de los problemas más habituales en las mujeres y también más
difícil de resolver. Te proponemos algunos tratamientos de belleza que pueden
ayudarte a terminar con ella de una vez por todas.
La celulitis es la acumulación de tejido
adiposo en determinadas partes de nuestro cuerpo, como los glúteos o los
muslos, que genera nódulos de grasa, toxinas y agua. Es difícil de eliminar y un problema muy habitual
en las mujeres, de hecho, entre el 85% y el 98% sufren la maldición de la
celulitis.
La mejor forma de luchar contra la celulitis
es practicar ejercicio de forma continuada y llevar una dieta equilibrada,
alejada de esos alimentos que provocan celulitis. Sin embargo, también puedes
optar por determinados tratamientos de belleza no invasivos como los que te
vamos a proponer y que, combinados entre ellos, te ayudarán a terminar con tu problema.
Cavitación
La
cavitación está en boca de todos los expertos en estética y podríamos
considerarla una alternativa a la liposucción sin tener que pasar por el
quirófano. Mediante ondas ultrasónicas de baja frecuencia
se produce la lipólisis en las células cargadas de grasa. Así, se vuelven más
permeables y fluidas, se rompen, y es más fácil eliminarlas de forma natural
por la orina. Es, por tanto, la técnica perfecta para aquellas mujeres que
quieran eliminar la grasa localizada y que no consigan terminar con ella ni con
ejercicio ni con dietas.
Además, la cavitación cuenta con otras
ventajas para nuestro cuerpo: mejora la circulación sanguínea, nos ayuda a
eliminar toxinas, aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos e incluso
ayuda a regular el tránsito intestinal.
Lo
ideal para conseguir los mejores resultados es combinar la técnica de la
cavitación con otros tratamientos de belleza no invasivos como la presoterapia.
Presoterapia
La
presoterapia se convierte en la técnica perfecta para combinar con la
cavitación ya que mediante la presión que se ejerce en nuestro cuerpo conseguimos
favorecer el drenaje linfático, es decir, la eliminación del exceso de líquidos
y la grasa y las toxinas que la cavitación ha conseguido diluir de una forma
natural.
Esta técnica se lleva a cabo introduciendo la
parte inferior de nuestro cuerpo en una especia de botas con cámara de aire en
las que, mediante un compresor, se va introduciendo la cantidad necesaria y
dosificada de aire en las zonas a tratar.
Además,
la presoterapia cuenta con otros beneficios: favorece la circulación sanguínea,
estimula y tonifica músculos y articulaciones, mejora el funcionamiento del
aparato digestivo y es una gran solución para otro tipo de problemas como las
varices.
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