Se forman dos equipos. Cada equipo tiene una base en la que
hay un papel y un lápiz.
Cada
niño tiene un trozo de papel en la frente pegado con una cinta en el que
hay escrito un número o una matrícula de automóvil.
Los niños deben intentar leer las matrículas del otro equipo y apuntarlas en su
base, pero claro, sin que lean la suya.
Los niños deben jugar con las manos en la espalda, de modo
que no puedan tapar su propia matrícula.
Es ideal para jugar en el campo, donde haya vegetación y los
niños puedan esconderse y acechar al otro equipo.
El
juego acaba cuando un equipo tiene todas las matrículas del otro. Si al
comprobar las matrículas del equipo ganador hay algún error, éste perderá la
partida.
NOTA: ESTE JUEGO SERIA MEJOR PARA UN GRUPO
DE ADULTOS MAYORES Y JUBILADOS
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