La creatividad está influida por la
familia, la escuela y otros factores ambientales.
Cualquier persona puede ser creativa si
se trabaja y potencia esta aptitud desde la infancia, ya que “la creatividad se
puede entrenar mediante técnicas especializadas, fomentando un desarrollo
saludable de los niños que contribuirá a formar adultos no solo creativos, sino
adaptativos a la flexibilidad e innovación que caracteriza nuestra
sociedad".
Estas
son algunas recomendaciones
¿Qué puede hacer desde casa?
Acepte que el niño pueda cuestionar.
Para ser un padre creativo, en vez de ser impositivo, hay que intentar ver las
cosas desde otros puntos de vista, aceptar otras opiniones, estar abiertos,
buscar siempre cosas nuevas o hacerlas de otra manera, aceptar el error, no
tener miedo a equivocarse, intentar reducir las críticas y aumentar los
comentarios positivos.
Conozca los talentos de su hijo y
refuércelos.
Si a papá le encantaría que Pedrito fuese futbolista, pero Pedrito prefiere
aporrear todo lo que pilla a modo batería y además tiene ritmo, será mejor
potenciarle esa faceta, aunque sin agobiar a los niños con actividades y
cursos, porque esto puede generar jóvenes frustrados y aburridos, sino
procurando que desarrolle su creatividad y se divierta.
Fomente el juego libre, imaginativo, no
estructurado.
Está muy bien que los padres pasen tiempo jugando con sus hijos, participando
en los juegos como un niño más, sin organizar el tiempo ni la actividad e,
incluso, es bueno que los niños se aburran, para que sean ellos mismos quienes
deciden a qué jugar, lo que potencia su autonomía, motivación intrínseca,
creatividad e imaginación.
Exponga a los niños a la música y al
arte.
Contemplar cuadros y escuchar música con ellos desde edades tempranas es una
buena forma de pasar tiempo juntos, al igual que compartir teatros, conciertos
familiares, grupos de rock para niños o visitas a museos, como los de ciencia,
que son muy interactivos, y garantizan un buen rato en familia, además de
estimular la curiosidad infantil, sugiere Lorente.
Realice
actividades creativas en familia. Organizar una fiesta, cocinar con los niños,
preparar un regalo para otra persona con manualidades o animarles a que se
inventen sus propias historias, son buenas opciones. Se aconseja a los padres jugar, dejarse llevar,
divertirse, permitir que la imaginación asuma el poder y volver a ser un niño.
Transmita valores a sus hijos. Es más importante
enfatizar los valores morales que las normas, fomentar un sentido moral más que
unas reglas concretas. Hay que tratar de dar a los niños grandes dosis de
libertad y autonomía, respetar sus diferencias individuales, ser cercanos
emocionalmente, valorar los logros y ser unos padres activos e independientes.
Cree espacios agradables y estimulantes. "Los hogares creativos presentan
una serie de características que confieren un ambiente inspirador a cualquier
rincón, por ejemplo, se puede crear una zona de la creatividad, dedicar
un espacio de la casa a colgar dibujos o permitir a los niños tomar alguna
decisión sobre la decoración de su cuarto, aconseja Lorente.
Cultive el sentido del humor y cambie
sus propias creencias.
Olvide el yo no sé (dibujar, bailar) e inténtelo. Hacer algo original y
creativo es un fin en sí mismo, sin pensar en resultados. Lo importante es disfrutar, y
más si se hace en familia. Siéntase orgulloso de cosas que haya creado, desee
un respiro de obligaciones, metas y propósitos y recuerde que el ánimo relajado
favorece la creatividad, recomienda esta experta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios